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10/02/10
Hace más de un año, las alarmas sanitarias se encendieron cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la existencia de una pandemia de la llamada entonces "gripe porcina", y le otorgó un grado de peligrosidad que casi superaba a cualquier otra epidemia en más de 100 años. Hoy, los directivos de la OMS deben responder ante la Comisión de Salud de la Unión Europa por la sospecha de que encendieron la alarma innecesariamente para favorecer la venta de vacunas y supuesta vinculación de los encargados de definir las pandemias, con los grandes laboratorios.
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No es un secreto que las grandes compañías internacionales tienen lobbys permanentes que tratan de venderle a los Estados cualquier cosa. En este caso las sospechas apuntan a que los grandes laboratorios fabricantes de medicamentos, lograron que la OMS declarara una «pandemia» a nivel mundial para vender vacunas a nivel global y, además, impusieron una nueva definición de la misma donde se elimina la condición de peligrosidad de la enfermedad.
Un virus surgido en un criadero de cerdos
La alarma se inició en abril del pasado año en México, cuando se le denominó "gripe porcina" a la enfermedad transmitida por cerdos a los humanos. Poco después se le denominó Gripe A, o virus H1N1, después que los productores de carne porcina protestaron ante el temor de que pudieran reducir sus ventas.
La mayoría de los expertos considera que el origen de este nuevo virus se produjo en un criadero industrial de las granjas Carroll de México, propiedad de Smithfield, la mayor multinacional de cría de cerdos del mundo, una empresa de los Estados Unidos, establecida en ese país tras la firma del Tratado de Libre Comercio.
Alguna otra teoría explica el origen y propagación de ese virus a manipulaciones de los laboratorios para obtener más ganancias, y se acusa directmanete al ex secretario de Defensa norteamericano, durante los primeros años del gobierno de Bush, Donald Rumsfeld, de estar vinculado a ese negocio.
Rumsfeldt es accionista y ex presidente de la empresa biofarmacéutica Gilead Sciencies, poseedora original de los derechos de fabricación del Tamiflu. "Una de las primeras medidas de Rumsfeld cuando asumió su cargo en el gobierno fue declarar el Tamiflu de uso obligado en el seno de las fuerzas armadas. Las ganancias de Roche y de Gilead -y por consiguiente el enriquecimiento personal de Donald Rumsfeld- se dispararon. Las acciones de la empresa se vieron también altamente beneficiadas en la Bolsa a partir de 2003, cuando surgieron en Asia las amenazas de epidemias del Síntoma Respiratorio Agudo Severo (SRAS) y del virus H5N1 de la «gripe aviar», señaló Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique.
La alarma
El 10 de junio del pasado año, la OMS decidió elevar el nivel de alerta a 6, el máximo, lo que significa mayor expansión del virus. La decisión la tomó el organismo tras la reunión de su comité de emergencia en Ginebra. "El virus H1N1 no puede ser detenido", aseguró la titular de la OMS, Margaret Chan, quien de todos modos aclaró que -de momento- es "moderada".
La titular de la OMS señaló que -al menos por ahora- se trata de una pandemia "moderada", ya que "el número de muertes es bajo". No obstante, agregó que hay que "prepararse para ver más víctimas mortales" y remarcó que "preocupa cómo se comportará (el virus) en los países en vías de desarrollo". Asimismo, Chan señaló que el organismo "ha estado en diálogo con fabricantes de una vacuna para la gripe A" y estimó que "pronto" podría haber una vacuna disponible para prevenir la enfermedad.
"Si un virus de este tipo se expande por los países en desarrollo, el impacto será realmente enorme", advirtió el investigador de la Escuela de Higiene y de Medicina Tropical de la Universidad de Londres, Adam Kamradt-Scott.
El pánico ya estaba instalado. Hasta las empresas de turismo y compañías aéreas sufrieron el embate de la decisión de la OMS. Mientras, los laboratorios que ya estaban elaborando las vacunas, saltaban de júbilo. El mercado mundial quedaba cautivo para sus intereses.
Para ese entonces, la gripe porcina estaba presente en 74 países, con casi 28.000 casos registrados y 141 muertes resultantes.
Los datos eran muy inferiores a los de cualquier gripe común, que cada año afectan a decenas de millones de personas y provocan la muerte, según la propia OMS, a medio millón de personas. Según la OMS, la gripe cada año puede afectar alrededor del 15 por ciento de la población adulta y hasta el 40 por ciento de los niños, y producir cerca de 500.000 muertes a nivel mundial.
Un dato curioso es que pese a la recomendación de vacunación masiva, la directora de la OMS, Margaret Chan, olvidó vacunarse y dar el ejemplo. Recién el pasado 30 de diciembre, cuando el cuestionamiento a la decisión de declarar la pandemia era generalizado, decidió dar el ejemplo y vacunarse.
Siete meses después
Los pronósticos casi catastróficos de las autoridades de la OMS y directores de laboratorios, quedaron muy reducidos al inicio de este año, y al mismo tiempo que cedía el temor, crecía la desconfianza al accionar de la organización encargada de velar por la salud en el mundo.
Para enero de 2010, la gripe porcina o gripe A provocó la muerte de 14.000 personas en todo el mundo, según la propia OMS que también informó que en todo el mundo se han distribuido 265 millones de dosis de vacunas.
"En varios países están ocurriendo infecciones pandémicas, pero en general el patrón está mermando", dijo Keiji Fukuda, el máximo experto en gripe de la OMS, mientras que la directora general del organismo, Margaret Chan, dijo que los efectos de la pandemia han sido moderados y probablemente son más parecidos a los de los brotes de 1957 y 1968 que a la versión más mortífera de 1918.
Fukuda dijo que la mayoría de las personas infectadas con H1N1 se recuperaron sin complicaciones ni tratamientos especiales, pero que las internaciones de niños duplican el número de adultos hospitalizados. La mayoría de las muertes ocurren en mujeres embarazadas o personas con condiciones subyacentes como asma, enfermedad cardíaca y pulmonar o diabetes. Chan agregó que la cepa H1N1 parece estar cediendo en el hemisferio norte, pero que podría seguir causando infecciones hasta el final del invierno boreal en abril.
Presiones de los laboratorios
Wolfang Wodarg es el médico, epidemiólogo y diputado socialista alemán que alertó sobre la manipulación de la pandemia por parte de los laboratorios y reclamó una reunión de la Comisión de Salud para evaluar el comportamiento de la OMS. A fines del pasado año, Wodarg recordó que con unas cifras muy bajas de personas afectadas, la OMS declaró el nivel de alarma máximo: "Aún no había ni un millar de enfermos en Europa y ya se hablaba de la epidemia del siglo, cuando en realidad se trata de una gripe de lo más normal, que no provoca ni una décima parte de las muertes ocasionadas por la gripe clásica". Preguntó además "sobre qué base científica la OMS decretó que se trataba de una pandemia".
En este siglo, la OMS ha alertado de tres posibles pandemias: la neumonía asiática de 2002 (200 muertos); la gripe aviar (282 muertos en seis años); y la nueva gripe (14.000 muertos hasta enero). "Para que haya una pandemia tiene que haber un nuevo virus que cause enfermedades y muertes, que sea más grave que los anteriores. Y eso no coincide con lo que vivimos" sostuvo Wodarg.
Añadió que los especialistas de la OMS están asociados de manera "muy estrecha" a la industria farmacéutica, por lo que la organización se ha dejado manipular. A su juicio, un ejemplo sospechoso del comportamiento de la OMS es que inicialmente la organización recomendara a los gobiernos dos inyecciones para que la vacuna fuera efectiva, cuando siempre había sido suficiente con una dosis, y que recomendara usar únicamente las vacunas producidas por unos laboratorios determinados. Wodarg -que fue el presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa- sostiene que los laboratorios estaban esperando la resolución de la OMS cuando "en realidad la enfermedad era poco severa". Además sostuvo que los laboratorios "utilizaron sustancias cuyos efectos eran mal conocidos" cuando diseñaron la vacuna.
En esa crítica se han sumado otros especialistas que aseguran no existen pruebas de que los niños se protejan mejor con la vacuna. Wodarg insiste además en que no ha estadísticas confiables y no se sabe si la gente que ha muerto por la nueva gripe se había vacunado.
"De la vacuna de la gripe de cada invierno sabemos que causa alergia a algunas personas. Pero éstas tienen unos añadidos, los adyuvantes, que no sabemos qué pueden causar. Además, los laboratorios han aprovechado para ensayar nuevos métodos, como el cultivo de virus en células. Esas células son muy parecidas a las células madre de los cánceres, y no sabemos si pueden pasar a las personas" dijo el médico y diputado alemán en una entrevista al diario español El País, después de la reunión de la Comisión de Salud de la UE con las autoridades de la OMS.
El diputado alemán cuestionó que los mismos que aprueban un medicamento son los que controlan sus efectos. "Lógicamente, si sucede algo no les interesará decirlo". Pero no sólo Wodarg ha denunciado estos vínculos entre expertos y laboratorios. Diversos medios de prensa han destacado que de los 15 miembros que componen grupo consultor de la OMS sobre vacunas, el Strategic Advisory Group of Experts, tres de ellos cobran remuneraciones de los laboratorios farmacéuticos.
A su vez, el comité para la vacunación contra la gripe A, creado en abril de 2009, comprende 13 miembros, tres de los cuales provienen del Strategic Advisory Group of Experts. De los 10 restantes, dos mantienen una relación de intereses con los fabricantes de vacunas. Y hay más comités. Uno de ellos está encargado de aconsejar a la secretaria general de la OMS sobre la pandemia. Ese comité está dirigido por el francés Bruno Lina, un virólogo remunerado por los laboratorios que fabrican la vacuna (Baxter, Sanofi, Novartis, GSK).
El virólogo británico Tom Jefferson denunció en una entrevista radial que "los expertos de los comités de la OMS mantienen amplios contactos con la industria farmacéutica, con personas influyentes que, año tras año, rivalizan con previsiones apocalípticas (...). Uno de los expertos dirige un grupo contra la gripe porcina financiado por las principales compañías farmacéuticas. También tiene su propia empresa, que vende tests. Otro experto hizo carrera vendiendo modelos matemáticos de la epidemia. Estos dos ejemplos revelan conflictos de intereses evidentes".
En Francia también se denunció el vínculo entre laboratorios y los técnicos que aconsejan al gobierno sobre las enfermedades y las campañas de vacunación. En septiembre de 2009, ese comité preconizó una vacunación masiva en Francia a un ritmo de dos inyecciones por persona según las recomendaciones de la Agencia Europea de medicamentos. El gobierno francés encargó 94 millones de dosis. pero en noviembre de 2009 las estadísticas revelaron que una sola inyección bastaba para los adultos. Con lo cual, el Estado se encuentra hoy con un excedente enorme y ha anulado los pedidos por 50 millones de dosis. A este respecto, el diario Le Parisien precisa que "sólo dos de los 17 expertos del comité (francés) no tenían relación alguna con las firmas" (laboratorios).
Al comparecer ante la Comisión de Salud de la Unión Europea, el número dos de la OMS, el doctor Keiji Fukuda -consejero del director general de la OMS para la pandemia de gripe-, admitió que es difícil encontrar expertos que nunca hayan colaborado con la industria. Y para defender a los expertos, aseguró que "es posible que alguien que haya cobrado de un laboratorio sea independiente".
Investigando, pero sólo un poco
La Comisión de Salud del Consejo de Europa hizo comparecer esta semana al número dos de la OMS, el doctor Keiji Fukuda -consejero del director general de la OMS para la pandemia de gripe-, y al presidente de la asociación europea de fabricantes de vacunas, Luc Hessel, para que se expliquen si la OMS, que depende de las Naciones Unidas, no exageró el grado de peligrosidad de la gripe A y si la institución no estuvo influida por las presiones de la industria farmacéutica.
La reunión fue convocada a pedido del diputado alemán Wolfang Wodarg quien solicitó además un debate del Consejo Consejo de Europa sobre "las falsas pandemias". Aunque la mayoría de parlamentarios apoyó celebrar el debate (96 votos a favor y 82 en contra), no se alcanzó la requerida mayoría cualificada de dos tercios, por lo que discusión quedará aplazada hasta que concluya la investigación.
En las intervenciones, el funcionario de la OMS y el representante de los fabricantes de vacunas defendieron lo actuado, aunque quedó claro que hay dudas sobre los cambios en la definición de pandemia. Fukuda alegó que la OMS "no fue indebidamente influenciada por los laboratorios". En cuanto a la categoría de "pandemia", impugnada por muchos expertos, el doctor Fukuda señaló que "un comité de expertos de los 8 países más expuestos, seleccionados por sus competencias individuales, estimó por unanimidad que todos los criterios estaban reunidos para declarar la pandemia".
Sin embargo, antes de la reunión, el virólogo británico Tom Jefferson recordó que "la vieja definición de pandemia remitía a un virus nuevo, de rápida propagación para el que no existe inmunidad y que provoca una alta tasa de enfermos y de muertes. Hoy estos dos últimos parámetros sobre las tasas de infección han sido suprimidos y fue así cómo la gripe A entró en la categoría de las pandemias".
Fukuda sin embargo insistió en la reunión: "Pandemia es cuando un nuevo virus se difunde, y éste lo es: tiene parte de porcino, aviar y humano, y causa en algunas personas patologías graves. Al principio no se podía saber su alcance, y aún no lo sabemos; habrá que esperar dos años. Decir que no es pandemia es trivializar", aunque al final, acosado por las preguntas adujo que los procedimientos están en continua revisión, con lo que dio a entender que se había cambiado la definición de pandemia sobre la marcha. Luego, negó que la gravedad de la enfermedad se use para declarar la pandemia. Por último, admitió que el sistema se va a revisar.
Por su parte Luc Hessel, representante de los fabricantes de vacunas rechazó que los laboratorios contribuyeran a crear la alarma para vender sus medicamentos. "Hicimos lo que se nos pidió: vacunas", argumentó. Hessel explicó que antes de declararse la pandemia, los laboratorios habían invertido 3.700 millones de euros para prepararse ante esa eventualidad. El dato despertó más desconfianza, ya que se supone que los laboratorios quieren recobrar esa inversión, y ganar algo encima. Al mismo tiempo, la OMA indicó que realizará su propia investigación sobre la decisión de declarar pandemia a la gripe A, pero sólo después que la misma esté completamente controlada o haya desaparecido.
Laboratorios suben en las Bolsas
Los países más poderosos compraron enormes cantidades de vacunas, estimando dos dosis por adulto, cuando poco después se decidió que una sola dosis era suficiente. El costo de una dosis era superior a la de cualquier otra vacuna contra la gripe común, y ello significó que los laboratorios que la fabricaban, en un año de recesión y crisis económica, ganaron fortunas como nunca antes. Incluso en este mes de enero, cuando las Bolsas de Valores de Estados Unidos y Europa, sufrían una tendencia a la baja, lograron recuperarse por la suba de las acciones de las farmacéuticas, que presentaron sus balances positivos del año pasado, y ante la perspectiva que la reforma de la salud en Estados Unidos fracasara.
Ya en julio del año pasado, a un mes de declarada la pandemia, el laboratorio suizo Roche reveló que la venta de Tamiflu, usado para combatir el virus H1N1, aumentaron 203% durante el primer semestre de 2009, dejando una ganancia en ese período de 931 millones de dólares. Para fines de septiembre, las ganancias habían trepado a 1877 millones de dólares.
A su vez, la farmacéutica Novartis registró el pasado año "resultados récord", con una ganancia neta de 8.500 millones de dólares, lo que supone un alza del 4% con respecto al año anterior, pese a que 2009 fue el año en que todas las economías poderosas entraron en recesión. En cuanto al impacto de la pandemia de gripe, las ventas que realizó Novartis de vacunas representaron unos 1.000 millones de dólares. El laboratorio prevé que sus ventas crezcan un 5% en 2010.
Al mismo tiempo, la mayor compañía farmacéutica del Reino Unido, GlaxoSmithKline, reveló que estimaba que las ganancias del pasado año, por la comercialización de su vacuna contra la gripe A, serían de 1.600 millones de dólares. Al mismo, tiempo, el laboratorio aumento las ganancias por la venta del medicamento Relenza, que compite con el Tamiflu, de los 50 millones de euros en 2008 a 530 millones de euros el pasado año.
Los laboratorios que más han ganado con el miedo a la pandemia han sido el inglés GlaxoSmithKline (GSK), el francés Sanofi Aventis a través de su división de vacunas Sanofi Pasteur, la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca por medio de Medinmune, la estadounidense Baxter y la australiana CSL.
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