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Dsalud
04/12/09

Dolencias tan aparentemente dispares como la migraña, la cefalea, la fatiga crónica, el estreñimiento, la diarrea, la sialorrea o ptialismo, las contracturas recidivantes, las deshidrataciones de los discos intervertebrales, los acúfenos y otras muchas pueden tener su origen ¡en la alimentación! y por tanto una dieta terapéutica es a menudo una buena alternativa al consumo de fármacos sintomáticos.

Así lo ha constatado un grupo de médicos de diferentes especialidades -entre ellos el doctor Félix López Elorza, presidente de la Sociedad Andaluza para el Estudio de las Intolerancias Alimentarias- que han decidido llamarlo Síndrome HANA (siglas de Histaminosis Alimentaria No Alérgica). Un trabajo que de alguna manera se confirma con el estudio que asimismo está llevando a cabo el Dr. Carlos Isasi –miembro del servicio de Reumatología del madrileño Hospital Puerta de Hierro-porque según el mismo todo indica que la ingesta de gluten -proteína presente en cereales como el trigo, el centeno, la avena y la cebada- es la principal causa de patologías como la fibromialgia, la espondilitis anquilosante, la artritis reactiva, la artritis psoriásica, la espondiloartropatía indiferenciada y la artritis asociada a las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Los investigadores confirman pues lo que esta revista viene repitiendo de forma insistente desde hace años sin que muchos médicos escuchen.

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“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento” es el aforismo que el padre de la Medicina, Hipócrates, nos legó hace 2.400 años pero lo cierto es que en el último siglo sus discípulos parecen haberlo olvidado. Bueno, pues poco a poco -y aunque sea a codazos- esta verdad está abriéndose de nuevo paso entre el colectivo médico. Una verdad, añadiremos, que quienes diseñaron los programas de las facultades de Medicina sí conocían como demuestra el hecho de que en ellas no se enseña a los médicos prácticamente nada sobre Nutrición. Y es que si se les enseña a prevenir y tratar las enfermedades con mero sentido común y consejos sencillos, ¿quién va a comprar los miles de medicamentos inútiles que abarrotan las farmacias?
Evidentemente cuando un alimento desencadena una reacción alérgica es fácil detectar la proteína responsable y eliminarla de la dieta. Sin embargo existen problemas que corresponden a reacciones silentes ocasionadas por mecanismos diferentes a los alérgicos que culminan con liberaciones de histamina y acaban provocando cuadros de deterioro progresivo de la salud que poco a poco van invalidando a las personas afectadas.

Pues bien, ese hecho se conoce ahora como Histaminosis Alimentaria no Alérgica o Síndrome HANA y es evidente que su conocimiento puede contribuir a la mejoría o recuperación de numerosas patologías que hoy no se sabe cómo afrontar eficazmente. Siendo uno de los médicos que intenta concienciar a la sociedad de ello el doctor Félix López Elorza, actual presidente de la Sociedad Andaluza de Intolerancias Alimentarias, organización que agrupa a médicos, afectados e incluso representantes de la industria alimenticia sensibilizados por los problemas que pueden provocar en la salud algunos alimentos. Pues bien, locuaz como buen sevillano este médico de notable sentido del humor acumula ya una experiencia de más de 30 años en este ámbito generada de forma espontánea por un nutrido grupo de médicos sevillanos que han sabido compartir sus experiencias en este campo.

“He tratado más de 90.000 casos -llegaría a decirnos durante nuestro encuentro- pero aún trabajo con la misma ilusión con la que atendía una migraña en 1982 que fue cuando empecé a estudiarla al contarme el doctor Miguel Agapito Lizaso que había quitado el dolor de cabeza a una persona que la sufría desde hacía 20 años. Desde entonces he celebrado muchas otras recuperaciones y sigo haciéndolo hoy cuando conseguimos que algún enfermo con una patología autoinmune deja de tener brotes”.
Se le ve ilusionado a pesar de que los años podrían haber agotado sus fuerzas. Y se nota que se expresa con la libertad que da saber que ya no depende más que del trabajo de su propio grupo. Buena muestra de ello es que en los tiempos que corren se ha permitido rechazar subvenciones para no estar condicionado y tener libertad plena a la hora de transmitir los descubrimientos sobre los problemas que pueden causar algunos alimentos y cómo afecta en ellos el procesado de la industria alimentaria.

El principal problema es que en el Síndrome HANA se dan cita síntomas que pueden ser tratados desde distintas especialidades. El enfermo suele acudir al médico para resolver el síntoma que más le preocupa pero la realidad es que las aportaciones realizadas por el grupo del doctor López invitan a buscar nuevas coordenadas sobre las que estudiar la enfermedad en su totalidad sin limitarse al síntoma exclusivamente. Y dado el conocimiento de los síntomas que ya tienen puede decirse que el diagnóstico del HANA pasa a ser una realidad clínica. Otra cosa bien distinta es llegar a conocer con exactitud los alimentos responsables, lo que indudablemente puede ser más laborioso

“En nuestro laboratorio –nos diría López Elorza- realizamos estudios a pacientes que nos envían especialistas de todo tipo desde hace muchos años por lo que tenemos bastante experiencia. Entre el 30% y el 40% son pacientes que nos envían profesionales de Medicina Interna y suele tratarse de personas que sufren patologías como fibromialgia o fatiga crónica. Un 20-25% son personas con problemas traumatológicos, especialmente deshidrataciones intervertebrales. Entre el 10% y el 12% de los casos se trata de problemas digestivos. Y luego ya, en menores porcentajes, pacientes con problemas neurológicos, psiquiátricos, dermatológicos, hepáticos… Capítulo aparte forma la Pediatría donde la problemática es más específica y con otros esquemas. Todos estos especialistas, al compartir sus hallazgos, han sido los verdaderos artífices del conocimiento acumulado que ha derivado en lo que hemos bautizado como Histaminosis Alimentaria No Alérgica (HANA). Quiero resaltar que éste no era un objetivo perseguido sino que más bien el conocimiento se ha ido generando espontáneamente”.

El Dr. López Elorza no tiene dudas. Para él está suficientemente probado que buena parte de las patologías cuyas causas hoy se ignoran se deben a problemas alimentarios. Y que resolverlas es pues tan sencillo como económico. Y eso es lo que en los próximos meses explicará en las publicaciones especializadas en las que va a dar a conocer sus trabajos y conclusiones y que hoy adelanta para nuestros lectores.

-¿Por qué el nombre de Síndrome HANA?

-El nombre pretende transmitir al resto de los compañeros que la presencia en un mismo enfermo de dos o más síntomas comunes aparentemente sin conexión puede indicar que la causa es una Histaminosis Alimentaria No Alérgica, es decir, una reacción silente a algunos alimentos que acaba provocando efectos indirectos no alarmantes pero que poco a poco va dejando a la gente fuera de combate. Podría pues definirse como una “enfermedad” tan frecuente, emergente y multisistémica como poco conocida.

-¿Síntomas comunes? ¿Como cuáles?

-Como diarrea, jaquecas, migrañas, hinchazón digestiva tras comer, calambres musculares, disrregulación de las secreciones (saliva, lágrimas, flujo vaginal) y otros muchos. Todos ellos pueden ser síntomas directos de una reacción de histaminosis alimentaria. Y además tenemos los síntomas por acciones indirectas como los que configuran el eje que incluye dolor por presión, deshidrataciones intervertebrales, estreñimiento o piel seca, entre otros. Parte de estos síntomas más otros típicos se dan por ejemplo en la fibromialgia y en la fatiga crónica, patologías ambas que pueden ser consecuencia del síndrome HANA.

También hemos observado que hay dos grupos de patologías autoinmunes que mejoran con dietas de exclusión: las plaquetopenias autoinmunes -en cuyos pacientes el Dr. Rodríguez, hematólogo, comprobó la existencia de otros síntomas del HANA- y la hipertransaminasemia autoinmune del lactante, directamente relacionada con la proteína láctea como demostró en un trabajo premiado del profesor Argüelles, pediatra. En mi opinión, y es mi actual línea de trabajo, en el caso de algunas patologías autoinmunes puede haber subyacente un síndrome alimentario, un Síndrome HANA. De hecho estamos teniendo buenos resultados en dos grupos más de estas enfermedades autoinmunes pero me reservo decir cuáles hasta estar completamente seguro. Obviamente estamos asimismo haciendo investigaciones con otras enfermedades. La idea es seguir avanzando.

- ¿La lista de posibles síntomas ocasionados por un HANA está cerrada?

-Ni mucho menos. De hecho lo más probable es que aumente en el futuro. Seguimos añadiendo. El último síntoma que incorporamos fueron los acúfenos. Nunca pensé en esa posibilidad pero el doctor González (ORL) insistió en que lo constatáramos e hicimos un estudio seriado con 30 personas diagnosticadas con ese problema y vimos que, en efecto, en un 80% de los casos la causa era de etiología alimentaria porque al seguir una dieta de exclusión mejoraron notablemente. No sólo de los acúfenos sino también de otros síntomas o patologías. Este estudio fue realizado con fondos europeos asignados al doctor González. En este momento, que yo sepa, se ha presentado en Roma y está en fase de publicación.

-¿Cuántos síntomas debe tener un enfermo simultáneamente para proponer a los médicos que opten como primera opción el mero control de la dieta?

-Hay síntomas mayores y menores. Para mí, por ejemplo, la disrregulación de las secreciones -aunque para el enfermo pueda no ser preocupante- es claramente indicativa de que se padece una histaminosis alimentaria. Y otro tanto pasa con síntomas comunes como el estreñimiento, la diarrea, la jaqueca y la migraña. Pero a mi juicio el eje dolor por presión-piel seca-deshidrataciones vertebrales es el más claro indicio de que se trata de un Síndrome HANA, de que la causa está en la alimentación.

-Resultan especialmente llamativos sus datos sobre las migrañas. Según los mismos nada menos que el 90% de los casos se deben a una histaminosis alimentaria…

-Así es. Y lo afirmé públicamente hace poco en Valencia y en el Centro de Neurología Ramón y Cajal, actos a los que acudí invitado por la Fundación Migraña.Esos son mis resultados después de tres estudios hechos en distintas fases a lo largo de muchos años. Hombre, es verdad que a lo largo de ese tiempo la clasificación de esta dolencia ha cambiado, como muy bien apuntó el Dr. Feliu Titus en Madrid, y lo que se consideraba hace 20 años una migraña igual hoy está en otro grupo clasificatorio -serán los neurólogos los que tengan que hacer el ajuste fino en este sentido- pero salvando eso puedo asegurar que entre el 80% y el 90% de las migrañas están causadas por proteínas de la leche. Y de hecho desde que lo afirmé me han llegando numerosos e-mails de personas que decidieron por su cuenta eliminar los lácteos de la dieta y han notado una evolución favorable aunque esto, para ser realmente efectivo, ha de estar bien tutelado por el médico. En la Fundación Migraña se quedaron muy impresionados cuando les dije que era seguro que además de padecer migrañas los enfermos también debían presentar otros síntomas a los que daban menos importancia.

Y les entregué una serie de cuestionarios para comprobarlo. Bueno, pues ya han contestado más de dos mil migrañosos y ¡ni uno sólo tiene únicamente migraña! El 70% babea por la noche, más del 50% tiene acúfenos y prácticamente al 100% se le hincha la barriga cuando comen. Por eso a la charla le puse el título ¿Migraña? No sólo migraña.

-¿Podría deberse también la obesidad al mismo problema?

-Ligar la obesidad a la intolerancia alimentaria nos parece demasiado impreciso cuando no engañoso. La obesidad como problema general tiene muchas causas y lo primero que hay que hacer es conocer la historia del paciente para saber cómo ha llegado a ella y corregir las posibles aberraciones cometidas. Ahora bien, cuando la obesidad va acompañada de dolor por presión, piel seca y estreñimiento y/o diarrea, la persona se siente hinchada y la misma no se corresponde en absoluto con la cantidad de alimentos ingeridos sí hemos constatado que un alto porcentaje reduce peso y volumen -a veces de forma muy llamativa- al suprimir los alimentos que les inducían la liberación de histamina. Tan es así que el doctor Blanco, internista muy centrado en este tema, lo toma como parámetro de diagnóstico etiológico y si el enfermo no reduce peso o volumen realiza ampliaciones sobre los alimentos de la dieta del enfermo.

LA HISTAMINA Y SUS CONSECUENCIAS

-¿Por qué es tan importante en todo esto la histamina?

-La histamina es una sustancia vital y perversa a la vez. Vital porque hay muchísimos mecanismos biológicos que no se entenderían sin la histamina. Por ejemplo, es capaz de producir vasodilatación o vasoconstricción según sea necesaria una cosa u otra y puede aumentar un foco inflamatorio para que las células inmunitarias puedan llegar a un foco séptico. La histamina tiene pues funciones vitales -tanto en los animales como en los vegetales y los microorganismos- pero puede ser perversa cuando se halla en cantidades excesivas en cualquier lugar del cuerpo. Como puede acoplarse a varios receptores puede acabar provocando síntomas diferentes. Por eso resulta tan variopinta a nivel sintomático. Pero algunas veces el proceso de histaminosis podría predecirse. Por ejemplo, un síntoma importante es que a casi todas estas personas se les hincha la barriga cuando comen un alimento determinado. Es un aviso que da el organismo de que esa persona está comiendo “veneno” para ella. Difícilmente le pasará eso dos veces a un perro porque éste entiende de inmediato que lo que ha comido no le ha sentado bien; nosotros, sin embargo, somos incapaces de hacerlo. Entre otras razones porque hacemos tantas mezclas en las comidas que no podemos distinguir lo que nos hace bien de lo que nos hace mal. Si tomáramos comidas más elementales podríamos distinguir qué nos provoca hinchazón e identificar así el o los alimentos que nos dan problemas.

-¿Cómo podemos clasificar las enfermedades provocadas por la histamina?

-Podemos clasificarlas tanto por el origen de la histamina como por las zonas donde impacta o los cuadros clínicos que ocasiona. Si atendemos al origen pueden ser exógenas o endógenas. Las exógenas están provocadas por la histamina contenida en la dieta que no ha sido convenientemente desactivada en el tubo digestivo. De esa manera pasa a sangre y posteriormente acaba produciendo diversos síntomas. Esto es lo que conocemos como Síndrome de Histaminosis Enteral (HE). Ahora bien, el exceso de histamina puede ser también de origen endógeno, procedente de la histamina acumulada dentro de las células de la propia persona. Y aquí hay varios apartados que hemos de considerar según sea el mecanismo inductor de esa liberación. Si el mecanismo es mediado por una proteína llamada IgE estamos ante un proceso alérgico y puede estar desencadenado por neumoalérgenos (pólenes, ácaros, hongos…), proteínas alimentarias y medicamentos. Generalmente estos cuadros tienen una sintomatología clínica muy característica y muy bien conocida por los especialistas en alergias. Si el mecanismo no es IgE -y en la literatura científica hay varios descritos, entre otros los inmunocomplejos, las partículas de adhesión, otras inmunoglobulinas citofílicas, etc.- estamos ante un proceso de Histaminosis Alimentaria no Alérgica (HANA) que es la más frecuente y responsable de los síntomas de los que hemos hablado. Es una patología muy frecuente, emergente, multisistémica y no bien conocida. Finalmente cabe añadir que la liberación de histamina puede deberse a agentes causales menos conocidos como el estrés o el exceso de sol, entre otros. Y en estos casos aún teniendo un buen control de la dieta puede haber un recrudecimiento de los cuadros clínicos.

-¿Hay diferencia entre el concepto de intolerancia alimentaria y el de histaminosis alimentaria?

-Nosotros le llamamos histaminosis alimentaria no alérgica porque describe mejor el mecanismo concreto de reacción adversa a un alimento. El concepto de intolerancia es tan amplio que a mí personalmente me dice poco aunque, eso sí, es el más divulgado e intuitivo.

-Permítame detenerme un instante en la histaminosis provocada por la dieta. En el organismo existe una enzima cuya misión específica es desactivar la histamina…

-Sí, la diaminooxidasa o DAO. Es una enzima que se encuentra en el tubo digestivo fundamentalmente y se encarga de desactivar la histamina que ingerimos con los alimentos -recordemos que la histamina está en todos los alimentos y productos fermentados- pero a veces eso no es así y entonces llega a la sangre pudiendo provocar muy diversos síntomas que se conocen como Síndrome de Histaminosis Enteral. El organismo de un individuo sano está pues preparado para desactivar la histamina que se ingiere con los alimentos –en cantidades razonables- y que ésta no provoque problemas pero eso no ocurre cuando la DAO está “fuera de combate”.

-¿Y cuándo ocurre eso?

-Las causas pueden ser varias pero debo resaltar de forma especial una ya que es la más habitual: el consumo de fármacos. Son muchos los medicamentos que inhiben la acción de la diaminooxidasa y eso hace que la histamina de la dieta pase a la sangre. Lo que puede llegar a provocar problemas crónicos.

Esto lo publicaron hace ya varios años Sathlel y Lorenz -mi maestro- pero creo que no se tiene mucho en cuenta. Por poner un ejemplo: si a una persona a la que se le diagnostica una infección por Helicobacter Pylori -que es muy frecuente en estos enfermos- se la trata con antibióticos se le recrudecen los síntomas. ¿Por qué? Pues porque el antibiótico inhibe la DAO y la histamina de la dieta cuando come pasa a la sangre. Luego lo que hay que hacer durante el tratamiento es seguir una dieta lo mas baja posible en histamina.

-Su explicación es especialmente significativa si tenemos en cuenta que cada uno de los síntomas de los que hemos hablado, o al menos los más importantes como las jaquecas o los dolores musculares, suelen ser abordados primariamente por los especialistas con tratamientos farmacológicos.

-Efectivamente. Es un auténtico problema. Especialmente cuando hoy sabemos que analizando al paciente en conjunto, valorando todos sus síntomas, cualquier especialista podría plantearse si se encuentra ante un HANA o no y a partir de ahí tomar sus decisiones. La aplicación de protocolos cerrados a un síntoma tiene sus ventajas pero en el caso de un HANA puede tener sus inconvenientes porque el uso de medicación sintomática ha de ser lo más restrictivo posible para no caer en una inhibición de la DAO. Los especialistas deberían pues excluir siempre antes que el paciente sufra un HANA. A fin de cuentas basta un simple estudio analítico. Y si no tuvieran acceso a ello porque están en lugares donde no se realizan este tipo de tests que prueben antes de proponer al paciente la mera ingesta de fármacos que excluyan de su dieta los alimentos que más problemas causan porque los conocemos. Me refiero a, los lácteos, trigo, y determinadas carnes. Es muy posible que si los retiraran de la dieta obtendrían unos beneficios importantes pero cada cual ha de ir aprendiendo de su propia experiencia en el tema.

-El problema es que los especialistas suelen limitarse casi siempre a valorar a los pacientes desde la óptica de su especialidad. Además a los médicos no se les ha formado en Nutrición y la mayoría no asume aún su enorme importancia.

-Cierto, pero por eso yo les sugiero que contemplen esta posibilidad. Me gustaría hacerles llegar el mensaje de que con la medicación meramente sintomática existe la posibilidad de que se pueda ocasionar un Síndrome de Histaminosis Enteral por disminución de la DAO. Tenemos cada vez más claro que las personas que sufren dos o más de los síntomas que caracterizan un HANA pueden ser diagnosticadas en cualquier consulta. Esta dolencia es tan frecuente y variopinta en síntomas que tenemos auténtico interés en conocer el techo que podríamos alcanzar con los médicos de asistencia primaria; simplemente con una analítica elemental, un diagnóstico clínico y ensayando dietas terapéuticas basadas en la frecuencia de los alimentos que hemos encontrado responsables de los cuadros. Nos basaremos fundamentalmente en personas donde los tratamientos convencionales hayan fracasado pero que tengamos un histórico del consumo de fármacos.

LECHE Y EL TRIGO, PRINCIPALES RESPONSABLES DEL SINDROME HANA

-¿Eliminando simplemente de la comida los lácteos, el trigo y el consumo excesivo de carne mejoraría la salud de los afectados?

-Muy probablemente en un tanto por ciento importante.

-¿Comemos entonces mal hoy día?

-No me atrevo a ser tan categórico. En general hemos aumentado la edad media de supervivencia y aumentado la talla pero también hemos cometido errores que hay que corregir. Solo que en ello la mejoría en la higiene tiene mucho que ver. Ahora bien, la alimentación que llevamos y las presentaciones comerciales dejan mucho que desear para este colectivo, que es ya muy importante. Los comprometidos con la preparación de alimentos tienen que ser receptivos y ponerse las pilas antes de que vengan tiempos peores.

Tenemos los mejores restaurantes y restauradores del mundo pero si usted no puede tomar leche lo más normal es que esté condenado a tomarse de postre tocino de cielo porque suele ser el único que no la lleva. Y si va usted a cualquier hipermercado y mira las etiquetas comprobará que hay más de 90 productos que no podría consumir porque todos ellos llevan proteínas lácteas. Noventa ¡o más! Fíjese por ejemplo en los “panes especiales”. En mi opinión cuanto más especiales de peor calidad son. Hasta algunas pastas llevan leche pero lo indican con una letra tan pequeña que nadie es capaz de leerla. ¡Incluso hay embutidos y fiambres que llevan leche! ¿Y qué decir de la bollería industrial? Toda ella contiene leche. Es más, hay numerosos productos de los que nadie sospecharía que llevan proteínas lácteas como algunas patatas fritas. No le puedo dar hoy una lista pero mi hijo, al que puse a trabajar para hacer una recopilación, cuando iba ya por noventa productos revisados en el supermercado terminó dejándolo. En casi todos había leche. Es un drama. Un problema realmente importante. Si uno quiere comer cerdo o un embutido debería poder hacerlo sin tener obligatoriamente que ingerir también proteínas lácteas. Y si quiere tomarse unas espinacas que no tengan que ser espinacas con leche. Claro que todo esto explica por qué es cada vez mayor el número de personas que reaccionan mal a ese tipo de proteínas. Ahí están mis datos. Entre el ochenta y el noventa por ciento de los pacientes a los que se diagnostica HANA dan positivo a las proteínas lácteas. Y cuando siguen una dieta exenta de ellas mejoran.

-Sin olvidar que hay más de 300 medicamentos cuyos excipientes son de lactosa…
-Lo que provoca en muchos enfermos problemas importantes. No hay anticonceptivos sin lactosa, por ponerle un ejemplo. Es hora de que los fabricantes de fármacos se pongan las pilas y saquen otros excipientes alternativos. Afortunadamente el colectivo farmacéutico está salvando el problema con la formulación magistral.

-¿Es cierto que la leche es siempre uno de los productos presentes en cualquier HANA? ¿Por qué cree que sucede?

-Tengo decenas de respuestas posibles pero aún no sé cuál es la verdadera. La contestación fácil sería decir que estamos tomando leche adulterada pero no hay evidencia de que sea así. ¿Está cambiando la permeabilidad de nuestros tubos digestivos y por eso las proteínas más fácilmente asimilables, como las lácteas, pasan con más frecuencia a la sangre? ¿Es porque la leche es el alimento que más consumimos? No sé cuál es la respuesta correcta. Pero lo que sí sé es que somos el único mamífero que sigue tomando leche después de destetarse. Lo dije hace mucho tiempo en París y luego otros se atribuyeron la frase. La siguiente pregunta que me hicieron entonces fue hasta cuándo debíamos tomar leche y yo contesté que como en el resto de los mamíferos: hasta que nos salen los dientes. Y debo añadir que no tengo nada en contra de la leche, dicho sea con el debido respeto a quienes piensen lo contrario, pero creo que cuanto menos toquemos los productos que da la naturaleza mejor. Personalmente, y con todas las limitaciones de mi conocimiento, opino que “enriquecer” productos con otros que la naturaleza nos da abundantemente puede ser un error. Supongo que los sectores que lo hacen habrán estudiado el asunto pero, ¿tuvieron en cuenta el Síndrome HANA? Lo dudo.

-Tras la leche en la lista de principales productos problemáticos se hallaría la harina de trigo, ¿no?

-Sí, tiene el grupo de proteínas que más problemas produce tras las lácteas. Y el tercero suele ser la carne aunque aquí hay disparidad; depende de la cantidad que consuma la persona. Y luego aparecen, claro, algunos pescados, la clara de los huevos y ciertos frutos secos.

Verá, yo los estudios de ampliación que hago en el laboratorio tras ver la reacción a los más comunes no los llevo a cabo si el paciente no me trae por escrito lo que ha comido la última semana. Porque uno se encuentra con cosas muy curiosas. A un chaval de Huelva aquejado de fibromialgia no le encontraba causa alimentaria hasta que me trajo la dieta escrita para personalizarle el estudio. En ella me encontré con que, por tradición familiar, todos los días desayunaba ¡sardinas con guisantes! Y resulta que el hombre tenia una histaminosis provocada por el consumo de los guisantes. Sus problemas se acabaron de hecho en cuanto dejó de tomarlos.

-Lo más importante entonces para resolver muchas de las patologías cuyas causas hoy se ignoran es la dieta a seguir…

-Evidentemente para los síntomas que hoy conocemos del HANA ésa pudiera ser la base de todo tratamiento. Ahora bien, el objetivo es que a la persona afectada se le proponga seguir una dieta exenta de todo componente que le haga daño y eso a veces es muy problemático por la mezcolanza que hacemos de alimentos. Y ello representa dos complicaciones importantísimas porque estamos pasando de un modelo sanitario en el que parece que la salud se compra a un modelo en el que la salud se merece y hay que hacer méritos para ella. Cuando todo enfermo debería recibir explicaciones de cuál es su dolencia y qué la provoca así como cuáles son los síntomas que se pueden presentar si toma un alimento que le sienta mal. Al enfermo hay que informarlo y formarlo. Y eso implica cambiar el actual modelo de consulta médica. Y luego hay que cambiar la farmacia por el hipermercado. El problema es que en éste se va a adentrar en un territorio complicado porque deberá identificar los productos que lleven aquellos componentes que él no puede tomar. Y eso implicará a veces renunciar a muchísimos alimentos que, sin venir a cuento, llevan hoy esas proteínas que no puede consumir. Lo que a menudo crea frustración y ganas de abandonar. De hecho lo que yo aconsejo es que se pongan en manos de un especialista –aunque no hay muchos- que sepa hacer dietas terapéuticamente seguras, que sepa qué pan no lleva harina de trigo o qué aceitunas están conservadas en ácido láctico.

-¿Y cuál es su mensaje a los productores teniendo en cuenta que cada vez es mayor el número de personas sensibles a las proteínas lácteas?

-Ante todo diré que les ofrezco toda la información que poseemos. Y que si quieren podemos celebrar reuniones para que a partir de ahí estén en disposición de elaborar sus estrategias alimenticias y comerciales. Pero ya le adelanto que esta iniciativa, formulada otras veces antes, no ha tenido hasta ahora acogida. Y bueno, nosotros no queremos ponernos beligerantes pero la salud de las personas prima. A fin de cuentas ¡tampoco debe ser tan difícil comercializar un salchichón sin productos lácteos! Se hizo antes durante siglos. Y otro tanto debo decir respecto de otro de los productos que más se consume: el pan. En la última reunión que tuve con unos industriales panaderos salí asustado. Porque hoy ya es difícil encontrar en España una harina que no esté enriquecida con algún tipo de sustancia, una harina que sólo sea harina de trigo; simple harina de trigo. Los panaderos parecen haberse transformado en fábricas de masa congelada. Y desde luego el pan de los barrios era antes muchísimo mejor para la salud que toda la variedad de panes que se nos presentan hoy tan aparentemente apetitosos. El pan de hoy no tiene nada que ver con el pan que yo comía en Castilla cuando tenía diez años. Habría que abrir un debate con los panaderos porque por lo que yo sé muchos tampoco están a gusto con el pan que están fabricando. Cualquier panadero de pueblo -y conozco muchos- que venga de la cultura del pan natural está en desacuerdo con lo que se está haciendo; es más, empiezan a perder la creatividad en su trabajo. ¿Conclusión? Los españoles éramos en los años 50 uno de los países más consumidores de pan de Europa y ahora somos el que menos consume. Cuando aquí con el pan, las aceitunas y cuatro cosas más no pasábamos hambre. Pero aquel pan era nutritivo y ahora ha pasado a ser un alimento indigesto.
-De hecho sabemos que usted ya ha invitado a los industriales incluso a fabricar pan… sin harina de trigo.

-Cierto. Porque en la cultura andaluza el café tomado con una tostada untada con aceite de oliva es fundamental. Y hoy se está condenando a mucha gente con problemas de sensibilidad a la harina de trigo a que renuncie a eso. Nuestra obligación es pues lograr que exista un pan con las debidas garantías de que no lleva harina de trigo porque además la situación de histaminosis es generalmente temporal. Una vez el tubo digestivo se recupera se puede volver a comer pan. Es una situación reversible al contrario de la alergia que es para toda la vida. Después de un año o dos, según se haga de bien la dieta, se pueden reincorporar los alimentos. El problema suele ser encontrar para nuestros pacientes comidas seguras durante ese tiempo.

-¿Y no deberían las administraciones públicas exigir a los fabricantes que en sus productos aparezcan los ingredientes de forma más clara y legible como ya se ha conseguido que pase con el gluten?

Aunque cuantitativamente los celíacos constituyen una población insignificante en comparación con los afectados por el HANA. Si sumamos los celíacos, los intolerantes a la lactosa y los diabéticos el total no supone ni el 5-10% de los afectados por el HANA. Estoy absolutamente seguro. Así que lo que los productores de alimentos deberían hacer es coger el toro por los cuernos, informarse bien y hacer alimentos más sencillos. Confío de verdad en que lo hagan. En Andalucía al menos ya hay un grupo de panaderos dispuestos a fabricar pan con distintas variedades de cereales. Y una empresa de helados que acaba de sacar toda una línea de productos ¡sin proteínas lácteas! Respecto a la Administración creo que está cumpliendo bien. No puede meterse en si un fiambre lleva leche o no pero puede obligar a que el fabricante lo diga en la etiqueta y así lo está haciendo.

Terminamos este texto indicando que lo constatado por el Dr. López Elorza está siendo parcialmente corroborado por otra investigación que dirige el Dr. Carlos Isasi desde el otoño de 2008 en el servicio de Reumatología del madrileño Hospital Puerta de Hierro. Y es que los primeros resultados de su trabajo -el estudio no ha concluido- indican que la fibromialgia y la espondiloartritis -grupo de enfermedades reumáticas diferentes pero con características comunes que provocan importantes destrucciones de las articulaciones y entre las que se encuentran la espondilitis anquilosante, la artritis reactiva, la artritis psoriásica, la espondiloartropatía indiferenciada y la artritis asociada a las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa- pueden deberse en efecto a la ingesta de gluten. Así lo indica al menos el progreso obtenido por 120 celiacos con esas dos patologías que fueron tratados básicamente con una dieta libre de gluten.

Sólo nos restar añadir que la contundencia del Dr. López Elorza demuestra que ni el calor del verano sevillano en agosto es capaz de derretir sus convicciones. Y sus palabras dejan claro que hay mucha tarea que hacer por parte de los médicos, los industriales, la administración y los propios pacientes. En cuanto a usted, amigo lector, ya sabe: la próxima vez que vaya al súper o al hipermercado hágalo provisto de papel, lápiz y mucha paciencia para poder leer tanta letra pequeña en las etiquetas y saber realmente lo que se lleva a la boca.

Dsalud
01/12/09

El médico e investigador canadiense Andrew Moulden ha decidido enfrentarse abiertamente a quienes defienden las vacunas y su utilización masiva afirmando que todas ellas -desde las que se ponen en la infancia hasta las que se administran en la vejez- pueden causar mini accidentes vasculares cerebrales que en un principio no se notan pero pueden terminar provocando a medio y largo plazo distintos tipos de patologías. De hecho asevera que tanto el autismo como la demencia y otros problemas neurológicos pueden haber sido en muchos casos provocados por las vacunas. Daños que si bien no pueden ser captados con neuroimágenes a menudo se reflejan en el rostro y es posible saberlo. De ahí que no dude en afirmar de forma tajante que “deberían prohibirse todas las vacunas. Todas causan daños isquémicos cerebrales y corporales”.

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Los postulados del doctor Andrew Moulden podrán ser discutidos por la comunidad científica más ortodoxa pero no cabe duda alguna de que está ampliamente capacitado para denunciar el peligro de las vacunas y poner una vez más encima de la mesa una de las grandes controversias de la Medicina moderna: el papel de los microorganismos en el origen de la enfermedad.

“Merced a mis investigaciones y trabajos a lo largo de los últimos años –señala Moulden- he descubierto que las vacunas provocan deterioros en el flujo sanguíneo en forma de isquemias (sufrimiento celular causado por la falta total o parcial de riego sanguíneo) que afectan tanto al cerebro como al resto del organismo causando desde situaciones clínicamente silentes hasta la muerte. Tengo pues motivos para creer que todos hemos sido afectados por las vacunas y que TODAS ellas han contribuido y contribuyen al aumento abrumador de autismo, trastornos específicos del aprendizaje, trastornos de déficit de atención, muerte súbita del lactante, síndrome de la guerra del Golfo, demencia, convulsiones, algunos tipos de cáncer y muchas otras patologías”.

Obviamente tras estas afirmaciones Moulden es ahora considerado por la Medicina “oficial” un “disidente” más pasando de ser una de las mayores esperanzas científicas de Canadá -becado en sus investigaciones iniciales- a un “sin techo de la ciencia”. Simplemente por el hecho de haber llegado a sus propias conclusiones y no querer renunciar a ellas. Y eso que hablamos de un licenciado en Medicina por la Universidad McMaster de Hamilton (Notario, Canadá) cuya tesis doctoral fue sobre Imagen Funcional Cerebral y Neuroelectrofisiología en la Universidad de Toronto (Canadá) que ha impartido numerosos cursos sobre Cerebro y Comportamiento, Neurología, Neuropsicología y Neuropsiquiatría. De alguien que eligió dedicarse a la evaluación del comportamiento neurológico y neurocognitivo así como a la investigación en lugar de practicar la medicina clínica porque según él la carrera de Medicina sólo le servía para poder entender mejor el cerebro y los trastornos del comportamiento.

El caso es que su distanciamiento de las doctrinas oficiales comenzó cuando al examinar pacientes autistas constató en ellos afasias motoras transcorticales y síndrome de aislamiento y del discurso así como parálisis específicas que sólo podían explicarse por ictus isquémicos. “Curiosamente –recuerda Moulden- mis estudios sobre esquizofrenia y demencia así como los trabajos de investigación realizados en las modalidades de neuroimagen, cerebro y evaluaciones del comportamiento contribuyeron a mi capacidad de ‘ver’ lo que ha estado frente a nuestros ojos todo el tiempo: accidentes cerebrovasculares isquémicos y daños cerebrales como consecuencia de las vacunaciones. Una vez pertrechado con los conocimientos y habilidades de un médico, un neuropsicólogo clínico, un neurocomportamental infantil, con experiencia en investigación en neuroimagen, pruebas y mediciones, diseño y análisis del método científico, localización funcional del cerebro y trastornos del comportamiento, junto a una amplia base a través de muchas otras disciplinas científicas, fui capaz de ver ‘el bosque entero’ a pesar de los árboles. Literalmente, creo que he encontrado y descubierto un mecanismo común para la enfermedad humana adquirida: las isquemias circulatorias”.
Cabe agregar que las enfermedades provocadas de acuerdo a este esquema forman parte de lo que Moulden ha denominado MASS, acrónimo de Moulden Anoxia Spectrum Syndromes (Espectro del Síndrome de Anoxia Moulden).

HIPERESTIMULACIÓN Y ELECTROESTÁTICA

Moulden asegura que las reacciones provocadas por las vacunas comienzan a producirse en todos nosotros a los pocos minutos de recibir la vacunación aunque sus consecuencias en forma de síntomas o enfermedades puedan llegar a aparecer mucho más tarde. Estando el mecanismo de retraso en la aparición de patologías relacionado casi siempre con la hiperestimulación inmune no específica y la inestabilidad electrostática en el flujo de sangre provocada por la presencia de elementos extraños en la sangre. De forma combinada o por separado ambos factores provocan a su juicio la pérdida de la capacidad del transporte y dispersión de las sustancias constituyentes del flujo sanguíneo, un proceso que puede terminar provocando en el individuo un estado de anoxia o falta de oxígeno en los cerca de 60.000 kilómetros de vasos capilares terminales que se requieren para la vida, la función celular, el bienestar y la salud.

“El aluminio, el mercurio, el escualeno y otros contaminantes que se han añadido a las vacunas –afirma Moulden- son equivalentes a los virus y las bacterias que causan daños y perjuicios a los tejidos humanos. Son sustancias extrañas en la fisiología humana que inducen respuestas inmunológicas y electrostáticas que alteran el flujo sanguíneo lo que puede conducir a daños directos en los tejidos”.

Respecto a la intervención del sistema inmune el investigador canadiense coincide con muchos otros en la importancia de la hiperreacción –buscada y potenciada con los adyuvantes añadidos a las vacunas- del sistema inmune no específico encargado de limpiar de residuos los vasos sanguíneos, los músculos y los tejidos lo que puede terminar por impedir el flujo sanguíneo normal y conducir a una pérdida de tejido por estrangulación aguda o lenta. Sería pues la magnitud de la respuesta inmune en esas estrechísimas áreas finales vasculares lo que provocaría según Moulden congestión, deterioro del flujo sanguíneo y falta de oxígeno, glucosa y nutrientes en las zonas de tejido afectado. Además, en un círculo vicioso que puede llegar a no romperse, la zona dañada seguiría siendo objeto de atención por el sistema inmune no específico provocando que el problema se perpetúe y dé lugar a una enfermedad importante y/o a la posibilidad de inducción de una respuesta autoinmune.

Moulden subraya asimismo la importancia de la pérdida de la estabilidad coloidal del flujo sanguíneo en el proceso de deterioro progresivo de la salud provocado por las vacunas, es decir, de la capacidad del organismo para mantener el grado de fluidez de la sangre. Y es que cuando la calidad electrodinámica del agua es modificada por metales pesados, bacterias infecciosas, vacunas y otros tóxicos el agua que transporta el oxígeno, la glucosa, los nutrientes y las células reparadoras no puede atravesar los vasos pequeños. Además la viscosidad de la sangre fluctúa y las áreas vasculares dañadas por vacunaciones anteriores son particularmente sensibles a nuevas pérdidas de oxígeno y nutrientes.

“La vida de la carne está realmente en la sangre -explica Moulden-. Es pura electrostática. No hay corriente alterna o continua en la naturaleza. Todo es electrostática,es decir, intercambio de cargas. En términos de elementos formados en la sangre es a través de cargas estáticas diminutas – del ámbito de las 100 milésimas de voltio- como se mantiene el flujo sanguíneo; disperso, espiral, fluido y de baja tensión o bien laminar y ‘sedimentado’ de alta tensión. Y las leyes que regulan el flujo de sangre en el cuerpo humano son las mismas que gobiernan el movimiento en todo el universo: fuerzas eléctricas y químicas. La causa pues no se encuentra sólo en la química. Los cambios químicos son normalmente el efecto. La causa se encuentra en las fuerzas eléctricas. La medicina occidental ignora sin embargo la naturaleza eléctrica de la fisiología humana -en gran parte debido a que no la comprende- y es pues incapaz de sacar beneficios de los aspectos básicos que hay a nuestra disposición en la naturaleza como la electricidad electrostática y el agua... ¡de todas las cosas! Porque el cuerpo es agua en un 75%. Y la sangre es agua en un 95%. Agua que tiene un componente eléctrico porque toda masa y materia en el universo lo tiene. Componente eléctrico que es fundamental para el flujo de sangre, la capacidad de transporte, la salud y las funciones a nivel celular”.

Moulden recuerda asimismo que la sangre es una suspensión coloidal; es decir, contiene proteínas, vitaminas, aminoácidos, minerales y oligoelementos en suspensión. Y en nuestro organismo tiene carga neta negativa siendo ello lo que la hace fluir girando y que las partículas estén separadas unas de otras. Pues bien, la caída de esa carga negativa en los terminales de los vasos sanguíneos -debida a presiones en el flujo- contribuye al depósito o sedimentación de sustancias en la sangre lo que incrementa su viscosidad y da lugar a una desaceleración del flujo. Hasta el punto de que a veces llega un momento en que la sangre no puede atravesar los capilares y los glóbulos rojos que transportan el oxígeno son incapaces de llegar a las zonas más alejadas del organismo.

Los vasos sanguíneos capilares orientados anatómicamente en contra de la gravedad son particularmente susceptibles a estos bloqueos. Como ejemplo ilustrativo Moulden cita el caso de la crema del café. Ésta permanece normalmente en estado líquido mientras está en movimiento pero si la crema se mantiene estancada en la taza varios días se transforma en gel. Bueno, pues el estancamiento de la sangre también la convierte en gelatinosa –es decir, más viscosa- cuando deja de moverse en espiral. Y en ese caso los aglomerados de los productos sanguíneos sedimentados no pueden atravesar los vasos sanguíneos microscópicos diseñados para llevar el oxígeno que transportan los glóbulos rojos. Obviamente para el cerebro y el cuerpo esto es causa de hipoxia (bajo nivel de oxígeno), anoxia (ausencia de oxígeno) o isquemia (deterioro del flujo sanguíneo).

Otro ejemplo que nos permite entender la necesidad de un flujo adecuado: nuestros ríos. Cuando el flujo de alguno se deteriora -en cualquier parte del cauce- las primeras áreas en “secarse” son siempre las que están río abajo, las más alejadas de la fuente. Y esas áreas, valga el símil, equivalen en nuestro organismo al final de las redes vasculares que por eso son las zonas más susceptibles de sufrir daños cuando el flujo sanguíneo resulta -parcial o totalmente- alterado. Es el caso, por ejemplo, de las puntas de los dedos de los pies, la punta de la nariz o las puntas de las orejas.

Bueno, pues son precisamente esos estrechamientos microscópicos en el cerebro y en el cuerpo -bien de forma inmediata o diferida, aparente o silente, aguda o crónica- la base común de los diferentes cuadros clínicos que según Moulden provocan en gran parte las vacunas.

“Los daños adquiridos –afirma Moulden- son además acumulativos, se suman con cada vacuna. Por ejemplo, he demostrado que las adolescentes que están teniendo graves efectos adversos con la vacuna Gardasil -incluidos casos de muerte- están experimentando un cúmulo de daños neurovasculares añadidos que se han ido sumando con cada vacuna desde la infancia. Estos daños son también acumulativos para los lactantes y los niños. Son todos ictus isquémicos. Obviamente siempre hay un ‘punto de ruptura’. La diferencia es que si ese punto se alcanza en la niñez -en frecuencia, duración o gravedad- afecta al desarrollo neuronal pero cuando se alcanza siendo ya adolescente o adulto lo que aparece es un conjunto de síntomas diferente”.

Debemos destacar llegados a este punto que en este proceso juegan un papel fundamental los adyuvantes de las vacunas. Como el aluminio, considerado además de neurotóxico coagulador o floculante. La principal razón es que el aluminio tiene carga eléctrica positiva y dado que todos los cationes positivos son "coaguladores" provoca que las partículas con masa se aglomeren – sedimenten- formando lodos. De hecho se utiliza en plantas de tratamiento de agua para causar sedimentación, aglomeración y floculación de modo que las impurezas del agua se depositen en el fondo. Asimismo se usa en los antitranspirantes por su capacidad para provocar sedimentación y obstruir los conductos de transpiración en las axilas. Bueno, pues según Moulden esa misma sedimentación y la consiguiente estrangulación de los capilares sanguíneos -complicada por la reacción del sistema inmune tratando de eliminar los restos tóxicos depositados- ocurre con el aluminio que contienen las vacunas y otros adyuvantes en los tejidos humanos y en el flujo de la sangre.

EL “SÍNDROME MASS”

Pues bien, Moulden ha creado un sistema de medición que denomina 12-IMAM -basado en los 12 nervios craneales utilizados habitualmente para evaluar la función del cerebro y su integridad- que le permite observar los daños presentes y pasados así como prevenir en cierta medida las consecuencias futuras en niños y adultos de un M. A. S. S. (acrónimo de Moulden Anoxia Spectrum Syndromes o Espectro de Síndromes de Anoxia Moulden), denominación que ha dado Moulden a la que sería según él la causa real de muchas de las enfermedades crónicas y transitorias en las que existe reducción del flujo sanguíneo por hiperreacción inmunitaria. Y que incluye todos los trastornos a escala “MASSiva” provocados por la vacunación a nivel mundial.

“Sencillamente, los gérmenes patógenos no son la única causa de muerte, enfermedad o desorden –afirma Moulden-. He demostrado de forma concluyente que todas las vacunas, desde la infancia hasta la vejez, están causando el mismo daño en el cerebro, independientemente de la enfermedad o trastorno que aparezca. Los daños son específicos y terminan en ‘mini accidentes vasculares’ que están por debajo de la resolución de nuestras neuroimágenes pero que son mensurables en un antes y después del protocolo de vacunación. También podrían ser directamente mensurables en tiempo real aunque se precisa para ello técnicas y tecnologías que no se han divulgado al público por el momento”. Cabe decir que características fundamentales del sistema de medición 12-IMAM son los rastros detectados en la inflexión del ojo, la sonrisa -que puede llegar a ser asimétrica- o el parpadeo y su sincronización.

Obviamente cuando los daños vasculares se producen de forma masiva en el cerebro cabe hablar de “hemorragia intracerebral” como si es en los huesos de “fragilidad ósea”. Ahora bien, según Moulden la muerte súbita del lactante se produce cuando el problema tiene lugar en el tronco encefálico, encargado de controlar la respiración además de la frecuencia cardiaca y los nervios. Y afirma asimismo que si el problema tiene lugar en las zonas correspondientes a las vías motoras descendentes puede dar lugar a parálisis, convulsiones, encefalopatía o Síndrome de Guillain-Barré.

Es más, asevera que también el autismo, los trastornos específicos del aprendizaje, el trastorno por déficit de atención, el Síndrome de Asperger, el retraso global del desarrollo e incluso algunos cánceres infantiles pueden ser consecuencia del Síndrome MASS y estar pues causados por las vacunas. De hecho para él el autismo y la esquizofrenia son la misma dolencia -fisiológicamente hablando- aunque los caminos que accionan la esquizofrenia -pérdida de la tolerancia inmunológica- tienen una trayectoria diferente que aquellos que ponen en marcha el espectro de desórdenes del autismo adquirido. Pero asegura que detrás de ambos se encuentra una isquemia masiva. Y cuando se trata de una anoxia que alcanza los órganos internos o el tejido conjuntivo puede aparecer colitis, colon irritable, fibromialgia, fatiga crónica e incluso algún trastorno psiquiátrico.

Agrega Moulden que las vacunas pueden llevar incluso a la parálisis o a la muerte. Ello sería lo que explicaría de hecho a su juicio lo acaecido con algunas de las adolescentes que recibieron Gardasil, vacuna masivamente inoculada para proteger –es un decir porque no es cierto en absoluto- contra el virus del papiloma humano. Según él esa vacuna habría agravado los daños vasculares isquémicos silentes en el cuerpo y el cerebro pero previamente existentes causados por vacunaciones recibidas en la infancia.

Debemos decir que resulta especialmente significativo que el investigador canadiense considere que el mismo proceso que las vacunas pueden desencadenar en los niños se provoca de forma similar en los mayores. “Cuando ocurren en las personas mayores –dice Moulden- se produce un deterioro lento, por etapas, de las funciones cognitivas; lo que nosotros llamamos demencia. Pero no es sino un lento estrangulamiento del tejido cerebral por isquemia sólo detectable a nivel microscópico”. En otras palabras, si Moulden tiene razón las vacunas para la gripe estacional estarían contribuyendo al deterioro cognitivo de nuestros mayores.
Cabe agregar que para Moulden la isquemia provocada por la hiperreacción del sistema inmune y/o el cambio electrostático en el flujo de la sangre explicaría además:

-El nacimiento de niños sin brazos y piernas. Y la causa sería la Talidomida o las vacunas que algunas mujeres recibieron contra el ántrax 18 meses antes de dar a luz.
-Numerosos ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Los habría provocado el Vioxx.
-La mialgia y la miositis. Las provocarían medicamentos destinados a bajar el colesterol.
-La muerte de 20 millones de personas en 1918 (que se atribuyeron a la gripe).
-El Síndrome de Guillaine Barré, provocado por la vacuna contra la gripe porcina de 1976
-La esclerosis múltiple. La causa estaría en las vacunas contra las hepatitis A y B.
-El autismo, las discapacidades de aprendizaje, la muerte súbita del lactante y el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA). Estas patologías las causarían todas las vacunas en general
-La demencia. Aparecería en casos de repetición vacunal
-Los accidentes cerebrovasculares isquémicos. La causa de muchos sería la vacuna del tétanos.
-Las lesiones en la piel achacadas a la viruela. Se deberían en realidad a la reducción del flujo se sangre en los capilares.

Y son sólo algunos ejemplos de las enfermedades o patologías que según Moulden se perciben hoy de forma separada cuando muchas veces se deben a los efectos provocados por las vacunas y a su impacto en la microcirculación sanguínea.

“Me he limitado –asegura el investigador canadiense- a poner un marco conceptual, un sistema de medición, a explicar ‘por qué estamos enfermando’ y ‘observar’ que todas las vacunas están causando los mismos daños neurológicos independientemente de la enfermedad que luego se manifieste a lo largo de la vida. Las vacunas no han servido para erradicar las enfermedades epidémicas. Todo lo que hemos hecho es traducir lo que eran ‘incendios forestales’ para un 1% de la población en ‘incendios forestales’ crónicos y agudos para toda la población. El saneamiento, la nutrición adecuada, el agua potable y la hidratación son los auténticos responsables de la erradicación de las enfermedades epidémicas. Los patógenos virulentos pueden ser manejados; simplemente es necesario controlar la respuesta MASS en la fisiología humana junto con la electrostática del flujo sanguíneo. En mi opinión, respaldada con pruebas concluyentes, deberían prohibirse todas las vacunas. Todas causan daños isquémicos cerebrales y corporales y, como consecuencia, malestar crónico y enfermedades”.

Afortunadamente Moulden tiene una visión muy positiva de la recuperación de las lesiones causadas por estos procesos isquémicos y considera que una vez restablecido el equilibrio en el cuerpo humano -para lo que considera fundamental el uso de algunas de las medicinas denominadas naturales o alternativas- las funciones motoras, de lenguaje y sensoriales -incluyendo la función cognitiva- pueden ser recuperadas por completo.

LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA

Así que como no podía ser de otra manera, dados su planteamientos, Moulden considera “un auténtico desastre para la salud” que se pretenda vacunar de forma masiva a la población contra la gripe A. Denunciando que en algunos estados norteamericanos se intente incluso hacerla obligatoria aprovechando la legislación introducida por el ex presidente George Bush (hijo) en el país. De hecho en el estado de Massachusetts se está preparando una ley para imponer la cuarentena y aplicar la ley marcial si la gente se negara a vacunarse. Y en Bélgica se ha aprobado una ley que permite al Gobierno declarar la vacunación obligatoria sin consultar al parlamento.

“Lo que está pasando es genocida –denuncia Moulden-. Y lo malo es que se verán más afectados quienes hayan recibido más vacunas porque los daños son acumulativos. Por tanto serán los más jóvenes los más afectadas de forma más inmediata. Estamos a punto de crear trastornos MASS, trastornos de anoxia vascular, a escala masiva. Provocarán daños en el cerebro y en el cuerpo a todos. Cuando el estado no tiene derecho a meterse, por ley o decreto, con la santidad de la sangre humana, el cuerpo o el alma. Sin embargo, el estado ha decidido imponer su voluntad sobre el ciudadano. Se avecina una catástrofe porque va a crear la misma situación que tiene por objeto evitar”.

Dsalud
01/12/09

En los últimos años numerosos medicamentos han sido reformulados, modificados sus prospectos cuando ya se estaban comercializando o simplemente retirados del mercado. Y es que muchos han provocado graves daños e incluso llevado a la muerte a miles de personas. Cabe pues preguntarse cómo es posible que ello pueda suceder. ¿No existen acaso agencias reguladoras de los productos sanitarios que se encargan del control de su eficacia y seguridad como la estadounidense FDA, la europea EMEA o la española AEMPS y, en el caso de los alimentos en Europa, la EFSA? Sí... pero la realidad es que unas están directamente controladas por las industrias del sector -a pesar de que se cree lo contrario- y otras no resisten las presiones que reciben.

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La Food and Drugs Administration (FDA) -la agencia estadounidense de control de fármacos y alimentos- está considerada la entidad de referencia en el mundo en lo que a seguridad y eficacia de los medicamentos se refiere por lo que sus decisiones influyen mucho en las medidas que toman todas las demás agencias. Sin embargo en los últimos años se ha empezado a cuestionar su papel desde numerosos ámbitos, incluido el de las publicaciones médicas más relevantes.

Un asunto importante porque hoy la gente de la calle se pregunta frecuentemente -cada vez con mayores motivos- de quién es legalmente la responsabilidad cuando un medicamento que se comercializa con el permiso de las autoridades causa inesperados efectos secundarios negativos no previstos en el prospecto. ¿De las autoridades sanitarias por no haber exigido más pruebas antes de aprobarlo? ¿De la compañía farmacéutica que fabrica el producto? ¿De quienes los distribuyen y venden? ¿De los responsables de las agencias reguladoras? Y lo que es igualmente importante: ¿el control que se ejerce sobre los fármacos es realmente eficaz por parte de los principales organismos internacionales? Pues teniendo en cuenta que la entidad de referencia a nivel mundial es la FDA nos tememos que NO. En realidad nadie asume hoy responsabilidades. De hecho varias decenas de reputados autores y editores de una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, el New England Journal of Medicine, han firmado recientemente un documento asegurando que ésta “no es capaz por sí sola de garantizar la seguridad de los medicamentos”. Ni más ni menos. Y ello se debe, según esos especialistas, a que la FDA toma sus decisiones a menudo basándose simplemente en los datos que le proporciona ¡la propia industria! para decidir si un producto puede o no comercializarse ya que ¡carece de capacidad para verificar de manera independiente lo que afirman los laboratorios!

Marcia Angell, una de las firmantes de ese documento y ex editora de la mencionada publicación, denunciaría: “Las compañías están poniendo en el mercado productos con insuficiente información sobre su seguridad y manteniéndolos en él incluso cuando ya hay evidencias de sus peligros”. Con el agravante de que los laboratorios, según Angell, suelen ser conscientes de ello mucho antes que la propia FDA pero “retrasan con frecuencia sus mensajes de alerta al haber en juego sustanciosos beneficios económicos”.

Quizás uno de los casos más flagrantes sea el del Vioxx, fármaco para la artritis que comercializaba Merck a sabiendas –según afirman conocidos investigadores- de que podía causar infartos cerebrales y de corazón entre quienes lo consumían. Es más, para poder poner a la venta el producto “engañó” a la FDA... aunque es obvio que más bien se dejó engañar. Solo tras descubrirse que había provocado ya varias muertes accedería Merck -a finales del 2004- a retirarlo “voluntariamente”. Cabe añadir que el prestigioso farmacólogo español Joan Ramon Laporte afirma al respecto que si extrapolamos los datos de los trabajos que hizo Merck sobre la seguridad de su producto al número de consumidores que lo tomaban cuando se retiró puede colegirse que en el mundo deben haber muerto por su causa ¡más de 300.000 personas¡ Un escándalo que casi ningún medio de comunicación se ha atrevido a contar.
Y es que en los últimos 25 años la FDA se ha vuelto muy “complaciente” con las compañías farmacéuticas. Justo después –pura casualidad, por supuesto- de que éstas comenzaran a pagar a la FDA para que “acelerase” sus decisiones. Claro que por increíble que parezca en Estados Unidos es legal que un laboratorio pague a la FDA para que ésta revise lo antes posible la documentación referente al medicamento que quiere comercializar. Vamos, para que acelere en realidad el proceso de legalización. De hecho -está publicado y no ha sido desmentido por la patronal farmacéutica- que el 70% de los ingresos actuales de la FDA procede ya de tales pagos. Y siendo así, ¿a quién le extraña que en 2007 sus ingresos por acelerar solicitudes de nuevos fármacos pasaran de los 87,3 millones de dólares del año anterior a 392,8 millones? Francesca Grifo, directora de Union of Concerned Scientists, llegaría a declarar sobre esto: “Hemos visto una y otra vez cómo el personal de la FDA se comporta hoy como si la industria fuera su principal cliente”.

Una declaración que haría tras conocer la puesta en funcionamiento de la Fundación Reagan-Udall en el año 2007, un consorcio integrado por la propia FDA y diversas compañías farmacéuticas con departamentos de biotecnología que impulsaron éstas con el “loable” fin de “mejorar el desarrollo de nuevos medicamentos”. Puro eufemismo, por supuesto.

LA FUNCIÓN DE LA “EMEA”

¿Y que decir de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA)? Ésta se vio obligada a aconsejar en octubre de 2008 –sirva como mero ejemplo de su credibilidad y diligencia- que se suspendiera la comercialización de Acomplia, un preparado contra el sobrepeso cuyo principio activo era rimonabant y fabricaba Sanofi Aventis.

Sencillamente, no era seguro. Algo que sin embargo ya sabía cuando lo aprobó en junio de 2006 porque de hecho ni la FDA se había atrevido a hacerlo. Luego, ¿por qué dio la EMEA vía libre a su comercialización? ¿Fallaron acaso sus mecanismos de control? ¿O más bien esos mecanismos fueron debidamente “engrasados”... como ha pasado ya tantas otras veces? Porque basta entrar en la sección de Alertas de la sección de Farmacovigilancia Humana de www.agemed.es - la web de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS)- para comprobar que la retirada de fármacos que han estado a la venta ¡durante años¡ crece sin parar. ¿La razón? Es simple: la EMEA -como la FDA- no es independiente de la industria farmacéutica.
Tras su última revisión el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la EMEA concluyó que con la información disponible el balance beneficio-riesgo de rimonabant era “desfavorable”. Pero, entonces, ¿por qué lo había autorizado como “adyuvante de la dieta y el ejercicio para el tratamiento de pacientes obesos o pacientes con sobrepeso con factores de riesgo asociados como la diabetes tipo 2 o la dislipemia”? Pues según dice en su nota oficial de comunicación de retirada del producto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios porque si bien “en el momento de su autorización las alteraciones psiquiátricas, en particular los trastornos depresivos, se identificaron como el problema de seguridad más relevante asociado a este medicamento” –dice la alerta- “posteriormente a su comercialización han ido aumentando los casos notificados de trastornos psiquiátricos graves, incluyendo intento de suicido y suicidio consumado. Adicionalmente, en el ámbito de ensayos clínicos en marcha se han presentado cinco casos de suicidio en pacientes que recibían Acomplia frente a un caso en pacientes tomando placebo con un número similar de pacientes expuestos en ambos grupos de tratamiento”. Vergonzoso. Especialmente porque también se reconocería que la efectividad de Acomplia en la práctica clínica era “inferior a la esperada” en función de los resultados obtenidos en los ensayos clínicos previos a su autorización.

Discovery DSALUD denunciaría de hecho lo sucedido de manera muy contundente en la sección de Noticias del nº 107 –hace más de un año- tras saber que sólo en Gran Bretaña el Accomplia había causado en dos añosal menos 5 muertes y 720 reacciones graves. “En Estados Unidos –se contaría entonces en esta revista- no se aprobó su venta porque un panel de expertos rechazó hacerlo el año pasado al entender que también puede inducir al suicidio, algo reconocido por la agencia reguladora de medicamentos y productos sanitarios británica que en su propia web admite que hasta el mes de mayo de este año hubo al menos un suicidio y otros dos intentos de quitarse la vida. A pesar de lo cual en Europa se sigue vergonzosamente vendiendo. Es más, algunos médicos estúpidos lo recomiendan también para dejar de fumar aunque no ha demostrado jamás servir para eso y, por tanto, nunca ha sido aprobado para tal uso. Según la multinacional fabricante el fármaco bloquea algunos receptores del cerebro para que quien lo consuma tenga así “sensación de saciedad”. Como si bloquear parte del funcionamiento del cerebro pudiera ser alguna vez inocuo. ¿Cuándo se darán cuenta los médicos de que las farmacéuticas llevan años lavándoles el cerebro y vendiéndoles remedios no ya inútiles sino habitualmente peligrosos? ¿Cuándo entenderán que violentar los mecanismos naturales del organismo no puede ser NUNCA la solución a un problema de salud?”

¿Y por qué la EMEA lo aprobó? Pues porque al igual que la FDA tampoco realiza estudios independientes antes de conceder la licencia de comercialización a un medicamento. Se limita a recoger la información que le envían los laboratorios y a “comprobar” que ésta es “correcta”. Insistimos: sin contrastarla con trabajos independientes. Algo que es legal pues así lo contemplan las normas de funcionamiento de esa institución pública europea que resulta que ¡no depende de la Dirección General de Salud de la Comisión Europea sino de la de Comercio! Es obvio pues el enfoque comercial de ese organismo. Y eso que es ¡del que depende en buena medida la salud de cientos de millones de europeos!

Claro que como explica Mariano Madurga, especialista en Farmacovigilancia de la AEMPS, resulta que “la EMEA no autoriza medicamentos. No es una agencia ejecutiva como otras”. Y lo explica: “Es en el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) en el que los representantes expertos de los 27+3 países de la Unión Europea adoptan por decisión democrática el informe de evaluación de un nuevo medicamento que elabora la agencia nacional que actúa de raporteur. La decisión concreta de aceptación (de ciertas indicaciones solicitadas y con la ficha técnica apropiada) se pasa a la Comisión Europea que es el órgano ejecutivo que otorga la ‘autorización sanitaria’ del medicamento para todos los países de la Unión Europea que se solicite. Después cada estado miembro decide si lo financia o no su Seguridad Social y a qué precio. Así ocurre en España: es la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad quien decide si lo financia el Sistema Nacional de Salud”. Huelga decir que como el proceso de concesión de licencia para la venta de un fármaco está centralizado en la EMEA todas las agencias estatales de Europa aceptan lo que la misma decida.

Lo lamentable es que las dudas sobre el Accomplia se iniciaron tras un estudio con 4.000 pacientes que efectuó el departamento de Nutrición de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) que demostró que su ingesta provocaba desórdenes psiquiátricos por lo que si alguien no hubiera decidido hacerlo la EMEA habría tardado aún más tiempo en aconsejar su retirada. Quizás los ¡22 años! que pasaron hasta que en el 2005 otro fármaco de Sanofi Aventis, el Agreal -recetado para “tratar” los sofocos de la menopausia- se prohibiese tras conocerse los terribles padecimientos que provocó en muchas de las mujeres que lo tomaron.
Es verdad que a día de hoy no se ha notificado ningún caso de suicidio en nuestro país por ingesta de Acomplia pero es que, como nos diría un farmacéutico andaluz, “en España los mecanismos de control no funcionan. Y mal pueden funcionar cuando los propios controlados sostienen económicamente a los organismos controladores”.
Uno de los portavoces de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (Asusalud) nos comentaría por su parte sobre Accomplia: “Este tipo de medicamentos pertenecientes al grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y otros neurotransmisores nunca deben utilizarse a la carta como se ha hecho. Esto estaba anunciado”.

Otro ejemplo. ¿Cómo es posible que Lilly, el laboratorio fabricante del Prozac, consiguiera autorización para que ése fármaco se administrara a menores de 18 años? Pues ¡pidiéndolo! Así de fácil. Por el procedimiento anteriormente explicado. Porque a pesar de los innumerables estudios que cuestionan la presunta seguridad de los antidepresivos de la familia del Prozac la Comisión Europea sólo tuvo en cuenta ¡el informe del laboratorio fabricante! Por eso la Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia ha pedido al Parlamento Europeo que derogue la Decisión C(2006) 3842 que lo autoriza. Además el artículo 6 del Reglamento de la Comisión Europea permite que se delegue en el solicitante de la autorización -en este caso la compañía farmacéutica- la investigación sobre los beneficios, las contraindicaciones y los posibles efectos secundarios de los fármacos. Es decir, en vez de recoger la solicitud del laboratorio y encargarse de hacer un análisis independiente las normas de la Unión Europea se fían de la buena voluntad de los laboratorios. A pesar de lo sucedido con la mayoría de ellos en el pasado. Sencillamente grotesco.

De ahí que la mencionada plataforma pida que se derogue tal norma y sea la propia Agencia Europea del Medicamento (EMEA) la que investigue la fundamentación científica, seguridad y eficacia de todos los fármacos aprobados. “El actual método sólo favorece a las compañías farmacéuticas y puede poner en peligro la salud pública -denuncia Juan Pundik, presidente de esa organización-. Hay pues que establecer un ordenamiento jurídico transparente para que las autorizaciones de sustancias medicinales se concedan mediante estudios, pruebas e investigaciones realizadas por organismos cuya independencia de la industria farmacéutica esté garantizada”.

LAS CONTRADICCIONES DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DEL MEDICAMENTO

La verdad es que los últimos años han estado marcados por numerosos escándalos sanitarios. La memoria social es débil pero no hace mucho tiempo miles de hemofílicos fueron contaminados con plasma sanguíneo infectado de hepatitis y/o Sida. Y tampoco hace mucho que hubo que retirar la fenilpropanolamina de numerosos anticatarrales de uso muy común tras constatarse el fallecimiento de varias personas por infarto cerebral. Y no son más que algunos ejemplos –significativos, eso sí- porque cada año hay que modificar numerosos prospectos para ampliar las contradicciones, interacciones y efectos secundarios negativos de muchos fármacos cuando no proceder a su retirada. Y este simple hecho, fácilmente constatable, demuestra que las agencias que controlan la eficacia y seguridad de los medicamentos en el mundo no cumplen adecuadamente su labor. Es más, en los últimos años ya no basta que haya personas graves tras la ingesta de un fármaco para tomar medidas preventivas sobre él, es preciso que haya varias muertes para considerar que “la relación beneficio-riesgo es negativa” y proceder a suspender su comercialización.
Puede incluso afirmarse que en ocasiones se ha actuado de manera más que sospechosa.

Es por ejemplo el caso de Lipobay, fármaco fabricado por Bayer que se supone disminuía el nivel de colesterol y que terminó siendo retirado en 2001 tras provocar al menos un centenar de muertes. El Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid instruyó de hecho en su día las diligencias previas abiertas contra el Ministerio de Sanidad por permitir a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios que se comercializase “sin haberse realizado los debidos ensayos clínicos. Las pruebas se concibieron en Inglaterra pero no se utilizaron las personas necesarias para comprobar su eficacia y seguridad y, con el tiempo, se demostró que los verdaderos estudios se hicieron sobre la marcha, con la venta del producto ya en las farmacias”. Así lo explicaría Antonio Navarro, abogado que coordinó la demanda multitudinaria presentada contra la Administración sanitaria española.

Aunque quizás cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha dejado entrever de manera más clara sus intereses ocultos y su inconfesa relación con los laboratorios haya sido durante el conocido caso Bio-Bac. Hasta tres personas que eran o fueron directores de esa institución participaron en la operación de acoso y derribo del productor del preparado. Éste, durante años pagado por la Seguridad Social y manifiestamente inocuo como llegaría a reconocer la entonces ministra de Sanidad Ana Pastor, sufrió intervenciones como la de la actual directora, Cristina Avendaño, para que nunca fuera legalizado como medicamento. Ésta ayudó a presionar incluso a los laboratorios farmacéuticos que trabajaban con el fabricante –el farmacéutico independiente Fernando Chacón- en la validación del Bio-Bac. Avendaño, en aquel momento asesora de la Dirección General de Farmacia y funcionaria de la Subdirección General de Evaluación del Ministerio de Sanidad y Consumo, recibiría un fax de Francisco Salmerón -jefe de la División de Productos Biológicos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios - en el que se decía textualmente: “He recibido tu fax del producto FR-91 (tal es el nombre científico del Bio-Bac) y no parece muy adecuado el texto. No obstante pienso que un toque de las ‘alturas’ o en su defecto un 'encantamiento' podrían ser muy eficaces” (la negrita y el subrayado son nuestros).

Y por si alguien no lo entendía a pie de fax la propia Avendaño anotó de puño y letra una aclaración: “Se refiere a que Rovi(laboratorio garante) se desentienda del tema y deje a Chacón (productor del Bio-Bac) + (así en el original) indefenso ante la Administración”.

Documentos como éste demuestran que en España el Bio-Bac –hoy comercializado como Renoven- ha sido perseguido con saña por las autoridades sanitarias afectas a la gran industria farmacéutica. Como igualmente lo demuestra que siete años después el proceso de instrucción no se haya completado y el nuevo juez que se ha hecho cargo del asunto prevea que van a ser necesarios quizás un par de años más para ¡transcribir las casi 200 horas de conversaciones grabadas por la Guardia Civil! Lo que implica que ¡no se ha hecho en siete años! y, paralelamente, que “el juez necesita desesperadamente encontrar algo de lo que acusar a Rafael Chacón”. Tal es al menos opinión del director de esta revista y presidente de la World Asociación for Cancer Research (WACR), José Antonio Campoy, para quien “no se quiere bajo ningún concepto ni archivar la causa ni llevar el asunto a juicio”. ¿La razón? Campoy la tiene clara: “Tanto en un caso como en otro las autoridades civiles y policiales implicadas en la trama como los jueces y fiscales que han estado implicados podrían pagarlo incluso con la cárcel. Lo he dicho varias veces y me reitero en ello: el juicio no va a celebrarse. Eso sí, antes pensaba que archivarían finalmente el caso pero hoy sé que no pueden hacerlo porque los denunciados a continuación serían todos los implicados en esta vergonzosa farsa que demuestra que en España la Justicia no existe más que a nivel formal”.

REGISTRO DE LOBBIES EN LA UNIÓN EUROPEA

Cabe añadir que la Comisión Europea -órgano rector del Gobierno de la Unión- creó en 2008 un Registro de Grupos de Interés, nombre con el que ha bautizado formalmente a los lobbies o grupos de presión industrial. Es una de las medidas por la “transparencia” que se debatieron en el Parlamento Europeo en los meses anteriores pues se calcula que hay ya ¡entre 15.000 y 20.000! “profesionales” que se dedican en los organismos europeos a presionar a los políticos para favorecer los intereses que representan. Todo ello a espaldas de los ciudadanos.

Lo significativo es que esta iniciativa no hace sino reconocer que la Comisión Europea está infiltrada por numerosos grupos de presión pertenecientes a todo tipo de industrias. Estando entre los más activos los agentes de las más contaminantes y, cómo no, los de la industria farmacéutica. Porque recuérdese lo que explicamos antes: en materia de medicamentos la EMEA propone pero es la Comisión Europea la que dispone… tras escuchar las “propuestas” de los grupos privados de influencia.
De momento ese registro, en el que las organizaciones inscritas deben comunicar su identidad, sus objetivos y los ámbitos de interés que representan, es voluntario. Por lo que nos tememos que va a registrarse poca gente ya que quienes lo hagan deben ofrecer información sobre sus fuentes de financiación y dejar claro quién está detrás de sus actividades de presión. El registro afecta además sólo a la Comisión Europea aunque más adelante se pretende incluir a los grupos de presión que trabajan en el Parlamento Europeo y en el Consejo de Ministros, los otros dos órganos decisivos de la Unión (aunque el que más poder tiene es la Comisión).

Pues bien, a pesar de todo a fecha de 29 de julio del 2009 había ya inscritos en él 1.740 grupos de interés. Siendo algunos de los lobbies que se han identificado y registrado los de las compañías farmacéuticas Amgen, AstraZeneca, Bayer, Bristol-Myers Squibb, Hoffmann-La Roche, GlaxoSmithKline, Jonson & Johnson, Merck, Novartis, Pfizer, Servier y Solvay así como asociaciones patronales y profesionales como BioIndustry Association o Pharmaceutical Group of the European Union, Arbeitsgemeinschaft des pharmazeutischen Großhandels, Chemical Industries Association, EuropaBio, European Association of Pharmaceutical Full-line Wholesalers, European Confederation of Pharmaceutical Entrepreneurs y Forum of the Research based Pharmaceutical Industry, entre otros.

LA EFSA, PRO-TRANSGÉNICA

¿Y quién controla la calidad y seguridad de lo que comemos los europeos? Pues la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Siendo la última gran polémica que ha tenido como epicentro a ese organismo consultivo supuestamente público el que ha vuelto a ignorar las evidencias científicas sobre los efectos negativos para el medio ambiente del maíz transgénico que incluye un pesticida de Monsanto: el conocido como MON 810.

Obviamente la confianza ciega de la Comisión Europea en la opinión sesgada de la EFSA preocupa hoy enormemente a aquellos países concienciados con los datos científicos disponibles sobre ese maíz y 18 ministros de 12 países de la Unión se han enfrentado ya a la propuesta de la EFSA enviando una carta en la que exponen sus preocupaciones científicas sobre los efectos del maíz MON 810 en determinadas especies de insectos. Incomprensiblemente la opinión publicada por la agencia reguladora muestra que estas evidencias no se han tenido en cuenta. De hecho científicos independientes protestaron tanto de los graves defectos del informe de solicitud presentado por Monsanto como de la calidad del trabajo de la EFSA. Y seis países han prohibido ya su cultivo en sus territorios basándose en la cláusula de salvaguardia tras aportar innumerables datos científicos y estudios. Además otros once gobiernos han dado a sus ministros de medio ambiente instrucciones para que reclamen su derecho a prohibir el cultivo de transgénicos dada la preocupación que suscitan sus posibles efectos negativos.

Como explica Juan Felipe Carrasco, portavoz de la campaña sobre cultivos transgénicos de Greenpeace, “en diciembre de 2008 los ministros de medio ambiente de la Unión Europea, por unanimidad, pidieron una revisión del proceso de autorización de los cultivos transgénicos y una mejora sustancial en la manera en que la EFSA evalúa los impactos de estos cultivos en el medio ambiente y en la salud. La propia agencia reconoce que actualmente no está en posición de evaluar los efectos a largo plazo de los cultivos modificados genéticamente como requiere la legislación europea pero sin embargo ¡ha dado el visto bueno al MON 810!”.

¿Y cómo puede suceder tal cosa? Pues porque la institución europea encargada de velar por la calidad y seguridad de lo que nos llevamos a la boca los ciudadanos a la hora de autorizar un cultivo o un alimento ¡se limita a revisar los informes de la compañía interesada en comercializarlo! No realiza análisis independientes. Algo que, como en el caso de los fármacos, es legal. La EFSA además está conformada sobre todo por biólogos moleculares y los críticos con la aplicación de la tecnología transgénica a la agricultura y ganadería afirman que hace falta otro tipo de especialistas para juzgar otros aspectos de su cultivo y comercialización.

La organización ecologista Amigos de la Tierra denunciaría por su parte que son muchos los empleados de la EFSA que tienen conflictos de interés con las compañías biotecnológicas. En un documentado informe titulado Las malas compañías: relaciones entre la Comisión Europea y la industria de los transgénicos denuncia directamente de hecho la proximidad entre el órgano ejecutivo de la Unión -la Comisión Europea- y el lobby biotecnológico -capitaneado por EuropaBio-. Numerosos desayunos “de trabajo” y encuentros o jornadas organizados por la industria cuentan a menudo con altos cargos de la Comisión.

En suma, más vale que quienes aún piensan que los organismos de control de alimentos y fármacos –nacionales e internacionales- son entidades independientes que toman sus decisiones de manera objetiva y ética atendiendo sólo al interés general se enteren de que no hay nada más alejado de la realidad.

Miguel Jara
28/11/09

El texto que les presento a continuación es el último apartado del reportaje sobre el conservante de mercurio que llevan las vacunas contra la gripe A que estos días se están administrando en nuestro país, y en toda Europa. Dicho trabajo periodístico es el que un gran medio de comunicación decidió in extremis no publicar haciéndolo coincidir con el comienzo de la campaña de vacunación el pasado lunes 16 de noviembre. A continuación del mismo les adjunto las cuatro partes en que he dividido dicho trabajo para publicarlo en este blog y así podrán hacerse una idea de cómo era el texto original.

“Ahora entiendo porqué cuando Alejandro era vacunado tenía que soplar sus ojos mientras lo acunaba, se quedaban abiertos. Cuando Alejandro era vacunado su temperatura subía irremediablemente. Al día siguiente de un cóctel de vacunas su cuerpo se llenó de granos. Ahora entiendo porqué mi mujer y yo siempre decíamos ‘el niño está bien venimos de vacunarlo y lo malito que se pone, joder con la vacunas’. Sigo sin entender porqué han envenenado a mi hijo, porqué nada mas salir del vientre de su madre le inyectaron mercurio. Sigo culpándome de no haberme dado cuenta antes”.


El Estado chileno también ha sido demandado por padres de hijos autistas tras su vacunación con mercurio

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Quien así habla es Manuel García. Su hijo Alejandro nació en junio de 2006 en Alicante y se desarrolló muy sano, como apuntaba su pediatra, hasta los 15 meses de vida.

“Entonces vimos cómo Alejandro se alejaba de nosotros progresivamente: dejó de hablar, nunca se giraba cuando se le llamaba, no miraba a los ojos, se despertaba cuatro cinco veces por la noche con ‘pesadillas’ y sus cacas eran bolas negras y duras como piedras. Cada día daba un pasito hacia atrás tras haber recibido las 24 vacunas que le inyectaron en sus 18 primeros meses de vida”, comenta Manuel.

También sufría estereotipias, patrones de comportamiento repetitivos como mirar de reojo por sistema, darse cabezazos contra la pared, aletear de manos o girar sobre sí mismo sin parar. Sin antecedentes familiares, con un embarazo correcto y vida normal hasta ese año y medio de vida, los padres de Alejandro han removido cielo y tierra y han cambiado en varias veces de pediatra para saber qué le ocurre. Le han hecho todas las pruebas posibles (electroencefalograma, resonancia magnética craneal, potenciales evocados auditivos, pruebas genéticas) y su diagnóstico es Trastorno Generalizado del Desarrollo”.

Estos padres preocupados han encontrado médicos que conocen la posible relación del mercurio con esta enfermedad.

“Los doctores han analizado metódicamente el organismo de Alejandro. Según las pruebas que le hicimos en España, Alemania y Estados Unidos lo objetivo y evidente es que el resultado del análisis de orina muestra cinco veces más mercurio de lo ‘normal’; 5,01 mcg/g de creatina cuando debería estar por debajo de 1. Las muestras de cabello indican que el niño tiene doce veces más mercurio de lo ‘normal’, 4,8 mcg/g cuando debería estar por debajo de 0,4. El equipo médico que trata a Alejandro, incluso técnicos de laboratorios en conversaciones telefónicas me han dicho que los niveles de mercurio son tan elevados que estadísticamente solo puede ser debido que se le haya inyectado”.

Las investigaciones del equipo técnico contratado por los padres afirman que a los seis meses de vida Alejandro había recibido, a través de las vacunas, seis veces más mercurio del establecido por los distintos organismos internacionales. Hoy, gracias a los tratamientos biológicos que el niño está recibiendo Alejandro ya no tiene estereotipias, controla esfínteres, empieza hablar y su comportamiento se ha normalizado. En seis meses Alejandro ha recuperado mucho del tiempo perdido y, aunque sus padres todavía están inmersos en esta pesadilla, están muy animados pues saben de otros padres que han salido del infierno en la tierra que ha supuesto para ellos esta experiencia.

“A día de hoy ni los laboratorios farmacéuticos ni Salud Pública de la Comunidad valenciana me han dicho qué contenían exactamente las vacunas que le inocularon. Las autoridades tienen la obligación de informarnos. ¿Qué componentes van a inyectar a nuestros hijos? ¿Qué efectos secundarios pueden tener? ¿Son efectivas esas vacunas, pueden dejar trazas residuales en el organismo? ¿Qué proceso experimental han seguido? Y ¿qué alternativas de vacunación tenemos?”, concluye el padre de Alejandro.

El reportaje censurado completo:

Las vacunas contra la gripe A llevan un peligroso conservante

Una presentación de la vacuna contra la gripe A para embarazadas también lleva mercurio

Miedo a que todos se te echen encima al tratarse de las vacunas

Más info: El libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009) contiene un capítulo específico sobre este asunto, además de otros capítulos sobre cómo se ha hecho la campaña de lobby y marketing del miedo de la vacuna contra el virus del papiloma humano o sobre cómo se inventan enfermedades.

ExOnline
28/11/09

El Gobierno francés ha anunciado hoy su intención de reforzar los centros de vacunación contra la gripe A con medios suplementarios, entre los que se incluyen efectivos sanitarios del ejército.

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"El servicio de salud del ejército va a ser llamado para reforzar", anuncian los ministerios galos del Interior y de Sanidad en un comunicado conjunto.

También se recurrirá a estudiantes de medicina voluntarios y a los médicos de empresa con vistas a hacer frente a la creciente afluencia de los ciudadanos a los centros de vacunación establecidos para dispensar la vacuna contra el virus AH1N1 desde el pasado día 12.

Los refuerzos tendrán como objetivo frenar la aglomeración de personas en esos centros que, en algunos casos, provoca "tensiones", especialmente en los ciudades, añade la nota.

Además de buscar más efectivos, el Gobierno ha dado instrucciones a las distintas prefecturas del país (delegaciones de Gobierno) para que amplíen los horarios de apertura de los centros e incrementen su capacidad de vacunación.

Estas decisiones se conocen el día después de que el Instituto Nacional de Vigilancia Sanitaria (INVS) francés confirmara la muerte de dos pacientes que presentaban "mutaciones en el genoma del virus de la gripe A".

Se trata de la misma mutación que se constató en Noruega y que, según ese organismo público, "podría aumentar la capacidad del virus" para alcanzar las vías respiratorias y llegar al tejido pulmonar.

Los dos fallecidos en Francia no tenían relación entre ellos y estaban hospitalizados en ciudades diferentes.

En uno de ellos se constató, además, "otra mutación conocida por provocar resistencia al oseltamivir", uno de los dos principios activos del antiviral "Tamiflu", utilizado para combatir la gripe.

RIA Novosti
26/11/09

Un periódico danés acusó a los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de estar en connivencia con las multinacionales farmacéuticas que se enriquecen actualmente gracias al pánico ante la gripe porcina.

El diario ruso Izvestia, que se hace eco de estas sospechas, escribe que el virus AH1N1 mató a 6.750 personas a lo largo del mundo mientras que cada epidemia de gripe estacional causa hasta medio millón de víctimas.

El Gobierno de Holanda investiga estos días la labor de Albert Ostenhaus, un influyente científico que compagina la condición de experto de la OMS con la de asesor a sueldo en varias farmacéuticas. El portavoz de la OMS, Gregory Hartl, señaló al respecto que el supuesto interés de algunos científicos en la promoción de ciertas estrategias de tratamiento no es motivo suficiente para prescindir de sus servicios. Las teorías de la conspiración siempre rodean a las multinacionales farmacéuticas.

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Pyotr Deriabin, subdirector del Instituto ruso de virología, comentó en este contexto que la ciencia recibe "escasa financiación por parte del Estado", de modo que los contratos para ensayar medicamentos y vacunas por encargo de las compañías son "una oportunidad para trabajar y sacar adelante las investigaciones". Representan un 20% en la financiación de los laboratorios en Rusia mientras que en Occidente les corresponde la mayor parte.

La ministra rusa de Sanidad y Desarrollo Social, Tatiana Gólikova, rehusó evaluar la relación entre las farmacéuticas y los expertos pero subrayó que Rusia, a diferencia de muchos países, no planea vacunación en masa contra la gripe AH1N1. "Sólo vacunamos a los grupos de riesgo (...) Ya veremos, si es necesario incrementar la escala en enero-febrero".

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