El Periódico
03/01/10
Una cláusula firmada por el Ministerio de Sanidad con los laboratorios fabricantes de la vacuna de la gripe A, según la cual podían modificarse las cifras de abastecimiento si cambiaban ciertas circunstancias, ha permitido a España renunciar sin ningún coste a 24 millones de dosis de los 37 que encargó inicialmente para combatir la enfermedad.
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De los 13 millones de unidades adquiridas finalmente, más de dos ya se han aplicado a los grupos de riesgo. Es un número muy bajo de vacunaciones: solo el 22% de los nueve millones de ciudadanos en situación de riesgo.
En Catalunya, han recibido el preventivo unas 250.000 personas, un 20% de aquellas a las que se recomienda la inoculación. La consellera de Salut, Marina Geli, negó ayer que la campaña de vacunación haya sido un fracaso y argumentó que la gripe A llegó con fuerza antes de disponer de las vacunas y que cuando estas estuvieron listas ya se sabía que la gravedad de la epidemia era baja.
«De los 265 millones de euros que el Gobierno destinó inicialmente a la adquisición de vacunas, finalmente solo se gastarán 92 millones», explicó a EL PERIÓDICO José Martínez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad. La circunstancia en la que se ha amparado España para rehusar la provisión de otros 24 millones de vacunas, agregó Olmos, es que, «en un principio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que las dosis que se debían administrar eran dos, pero finalmente ha bastado con una sola aplicación».
Otros mercados
¿Significa esta decisión que los laboratorios deberán quedarse con un enorme excedente de vacunas? Martínez Olmos argumentó que no. «España cerró la compra de 37 millones de vacunas en junio, cuando estaban indicadas dos dosis por persona y se preveía administrarlas al 40% de la población». Sin embargo, cuando en octubre se ratificó que una dosis era suficiente, el Gobierno comunicó «rápidamente» a las farmacéuticas que no necesitaba 24 millones de unidades. Los fabricantes –que empezaron a suministrar partidas también a principios de octubre– tuvieron tiempo así de detener la elaboración de la mayoría de millones de preventivos que aún no estaban preparados.
En cuanto a las unidades que ya estaban listas para su aplicación y que Sanidad ha rechazado, el secretario general del departamento recordó que los laboratorios tienen dos posibilidades: la primera es comercializarlas en el mercado privado, es decir, las farmacias. Y la segunda es venderlas a otros países que no hicieron o no pudieron hacer un acopio inicial suficiente. Otros gobiernos, al contrario, no firmaron ninguna cláusula de rescisión como la que rubricó España y se han tenido que quedar con todo el encargo.
La misma cautela con que negoció las condiciones del suministro emplea el ministerio para analizar la situación actual de la gripe A. Por este motivo, Martínez Olmos insistió en la «eficacia» del preventivo y en recordar que la campaña de vacunación continúa.
Sanidad ha decidido mantener un abundante remanente de 10 millones de dosis. «No hay que olvidar que la OMS mantiene intacta la alerta de pandemia en nivel 6 y que el invierno no ha hecho más que empezar», agregó Olmos. Además, los expertos pronostican que a finales de enero podría darse un nuevo repunte del virus H1N1 y, por tanto, no sería descartable un aumento de la demanda de vacunas.
Si aun así sobraran fármacos, el Gobierno se reserva la posibilidad de destinarlos a los países en desarrollo, pero siempre a través de una iniciativa de cooperación que esté refrendada conjuntamente con la OMS o la Unión Europea.
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