Dsalud
12/10/09
Que la vitamina D3 es antitumoral se sabe desde hace algún tiempo por lo que ahora se está probando en ensayos para comprobar su eficacia en cáncer –especialmente de colon- tanto si se ingiere sola como en combinación con distintos productos quimioterápicos. Así lo pretende averiguar un equipo del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols de Madrid en colaboración con investigadores de la Universidad de Oviedo que ya habían identificado en un trabajo anterior que es la llamada cistatina D la responsable de que la vitamina D3 detenga el crecimiento tumoral e impida que haya metástasis. Ahora quiere descubrirse el mecanismo de acción exacto y cuáles son los genes y proteínas que contribuyen a que ejerza sus funciones.
La vitamina D es un heterolípido insaponificable del grupo de los esteroides soluble en grasas que se puede obtener mediante la ingesta de alimentos como la leche y el huevo o por transformación del colesterol de los animales o del ergosterol de los vegetales merced a las radiaciones solares. Y es la encargada de regular el paso de calcio a los huesos por lo que su déficit puede llegar a provocar que se debiliten o curven y producir malformaciones irreversibles. Además interviene en la regulación de los niveles de calcio y fósforo en sangre y en la reabsorción de calcio a nivel renal contribuyendo a la formación y mineralización ósea. Ahora bien, hay diez formas de esta vitamina y la D3 o colecalciferol procede del colesterol de origen animal y, por tanto, su presencia en el organismo depende sobre todo de que nos de el sol, algo habitual en España pero no en otros países.
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