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El Periódico Extremadura
17/01/10

¿Fue exagerada la alarma que desató la gripe A y, en base a la cual, se planificó la prevención contra esta pandemia? Sin duda aún es pronto para responder a esa pregunta, pero muchos indicios apuntan en esa dirección. Entre ellos están las en torno a 215.000 vacunas que, a día de hoy, sobran en Extremadura y con las que la Administración aún no ha decidido qué hacer.

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Mauro Ramos, subdirector de Salud Pública, confirmó a este diario que a pesar de que la demanda de vacunas está cayendo, "todavía no se sabe cuándo cerrará la campaña". Hasta ahora, el periodo de vacunación sigue abierto, pero cuando finalice el mes de enero, habrá pasado la fase más temida. Por tanto, si desde octubre hasta hoy se ha vacunado el 4% de la población extremeña, no aumentará mucho más el número de dosis consumidas. Ahora, la gran cuestión es qué hará con ellas la Consejería de Sanidad. Según Ramos, esta todavía es una pregunta sin respuesta, ya que eso "ha de decidirse en la Comisión de Salud Pública", un consejo interterritorial de salud que se reúne una vez al mes.

Ramos asegura que el fallo en las previsiones no puede indicar más que que "la población ha actuado muy bien y ha sabido responder ante el virus diciendo que no tiene miedo". La cosa ha sido bastante más leve de lo que se esperaba, "se han registrado 29.000 casos de gripe A/H1N1 en la región, muchos menos de los esperados, lo que demuestra que la alarma suscitada no se corresponde, ni mucho menos, con la realidad".

A nivel nacional, las dosis sobrantes se elevan a 24 millones, y la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ya ha anunciado algunas medidas orientativas. De momento, las vacunas sin utilizar no se van a vender, y Jiménez asegura que actuó con "proporcionalidad". Por ello, afirma ahorrar más de 170 millones de euros, al haber podido cancelar más de la mitad de las dosis contratadas a las farmacéuticas. Jiménez insistió en que las vacunas sobrantes no se venderán, sino que se aprovecharán probablemente para el año que viene. "Son pocas ya las que quedan, pero las queremos mantener para poder hacer frente eventualmente a cualquier escenario que se pueda presentar y sobre todo teniendo en cuenta que es muy probable que el virus circulante el próximo año sea el virus de la gripe A, y por tanto, pueda servir incluso la misma vacuna de este año para el año próximo", dijo.

La ministra explicó que el contrato firmado con las farmacéuticas permitía a España devolver parte de las vacunas que se habían reservado si no se necesitaban. Y finalmente, de las 30 millones de dosis, solamente se han necesitado 13. Desde Bruselas, Jiménez también pidió "cierta cautela" sobre la evolución de la gripe A/H1N1, y "mantener la vigilancia sobre los elementos preocupantes del nuevo virus, y en particular, sobre el comportamiento del mismo en adultos jóvenes".

Panorama Internacional

Este panorama se repite en otros países y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que va someter a una evaluación externa su gestión de la pandemia, aunque tacha de irresponsables a quienes aseguran que fue una farsa. No obstante, son muchos quienes cuestionan la respuesta de las autoridades sanitarias y, muy especialmente, el papel de las farmacéuticas. El propio presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, consideró que, si bien la gestión ha sido la adecuada, no entiende cómo se llegó a plantear que eran necesarias dos dosis de la vacuna, cuando pronto se demostró que no era así.

El responsable contra la gripe AH1N1 dentro de la OMS, Keiji Fukuda, dijo que estas alegaciones son "irrespetuosas" para quienes han padecido cuadros severos de esta infección, y sobre todo, frente a las 13.000 personas a las que ha matado". Con respecto a las acusaciones contra el organismo por haber exagerado o sobredimensionado la gravedad de la pandemia, también las rechazó, y recalcó que desde el principio, la OMS dijo que "podía ser de moderada a severa". Y explicó que en los análisis apareció el "principio de precaución", es decir, "prepararnos para lo peor y esperar que ocurriese lo mejor".

Fukuda también negó de plano las insinuaciones y acusaciones directas sobre la conveniencia con la industria farmacéutica, de modo que ésta pudiese vender más vacunas y medicamentos para combatir la gripe A. Aseguró además que la OMS tuvo contacto con estas empresas, pero para cerciorarse de que aunaban esfuerzos en la lucha contra la pandemia, y no por intereses comerciales. Pero también las farmacéuticas han tenido que recortar.

Y como contrapartida, hay quien defiende, como el genetista español Salvador Macip, que la gripe A es solo "una pequeña prueba" que servirá de ejemplo a gobiernos, científicos y farmacéuticas para prepararse ante la gran pandemia que "con toda probabilidad" llegará en el siglo XXI. En palabras de este experto, no se puede decir qué tipo de virus o bacteria será el responsable de esta gran pandemia, aunque lo que sí es seguro es que "aparecerá en los próximos años", como ya lo hizo el sida, para la que todavía no se ha encontrado vacuna ni curación.

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